Crecimiento sustentado en África
Botsuana ha mantenido una de las tasas de crecimiento más altas del mundo desde su independencia de Reino Unido, en 1966. Pasó de ser uno de los países más pobres del continente a ser una de las economías más prósperas, con una renta per cápita de 3.600 dólares al año. El 60% de la población sigue, sin embrago, viviendo con menos de dos dólares al día. Su economía está fuertemente sustentada por la exportación de diamantes, ya que es el tercer mayor productor del mundo, detrás de Australia y la República Democrática del Congo. A pesar de su desarrollo económico, el país cuenta con una alta tasa de desempleo, que datos oficiales sitúan en 21%, sin embargo cifras no oficiales apuntan que el índice está cerca del 40%.
El país, con 1,65 millones de habitantes, es uno de los más afectados por el Sida, con 300.000 seropositivos y 40% de su población adulta infectada por el VIH.