Pellón cree que Sevilla no ha sabido rentabilizar los efectos de la Expo 92

44 días después de que fuera absuelto por supuestos delitos en su gestión, el que fuera presidente ejecutivo de la Exposición Universal de Sevilla, Expo 92, Jacinto Pellón, ha querido defender su trabajo en dicho evento. En declaraciones a Radio Sevilla, acusó ayer al Estado de haberlo convertido "en un reo" durante los 11 años que ha durado el proceso judicial abierto contra él, por "motivos de bajo nivel político". Pellón no descartó emprender acciones judiciales contra los que ordenaron interponer dicha demanda. Asimismo, mantiene abierta su herida contra sectores de Sevilla que representan un "modelo trasnochado", que habrían provocado el que no se haya sabido rentabilizar los efectos de la Expo 92.

Jacinto Pellón ha confesado sentirse "completamente contento" tras ser absuelto de los supuestos delitos contables de los que le responsabilizaba el Estado y por los que le reclamaban, junto al ex consejero delegado Javier Baviano, el pago de 3,6 millones de euros. Sin embargo, su absolución estaría empañada por un sentimiento "de rabia" tras un proceso "injusto y un poco largo", que ha durado 11 años.

Asimismo, Pellón sigue defendiendo su trabajo al frente de la Expo 92 como "una cosa que se hizo, como se ha demostrado, honesta y eficazmente", añadiendo que por ello "es inexplicable" el que el Estado haya cuestionado la gestión de un proyecto de esa envergadura que convirtió a la Exposición Universal "en un referente internacional importante y un referente actual de las exposiciones que se quieren hacer".

Demanda judicial

Con la pretensión de que la historia que ha protagonizado no vuelva a repetirse, Pellón aseguró estar planteándose interponer una demanda judicial contra los acusadores: "Creo que tengo que hacer algo o intentarlo para evitar que pase esto".

Por otro lado, Jacinto Pellón anunció ayer su llegada a Sevilla el próximo día 15 de julio y desveló las complicadas relaciones que mantuvo con un sector de la ciudad al que calificó de "fuerzas tradicionales". Esas fuerzas, según Pellón, han marcado "un sello, una dinámica de discusión que tendrá sus virtudes pero que hace que Sevilla esté un poquito más atrás de donde debería estar".

Pellón, que recordó que aún sigue siendo "persona non grata", explicó sus difíciles encuentros con los que fueron alcaldes antes, durante y tras la Expo 92: Manuel del Valle, Rojas-Marcos y Soledad Becerril. Todo ello se tradujo en que la Expo abrió sus puertas "sin permisos urbanísticos porque el Ayuntamiento no nos los daba"

Según Pellón, todas las inversiones realizadas en Sevilla no han sido suficientemente aprovechadas. "Aunque una de las intenciones de la Expo era obligar a que fuera un cierto revulsivo para Sevilla". Pese a todo, aseguró que si hubiera otra Expo como en Sevilla y en Sevilla, "repetiría como loco".