Terra Mítica necesita 60 millones de euros con urgencia para evitar el cese de la actividad
Parte de los socios compromete su continuidad al oponerse a reequilibrar el patrimonio
Terra Mítica debe hacer frente el próximo día 15 a la devolución del crédito de 60 millones de euros concedido con carácter urgente en diciembre de 2002 por la CAM y Bancaixa. La continuidad del parque temático Terra Mítica de Benidorm podría quedar gravemente comprometida ante la dificultad para obtener nuevos recursos financieros con los que hacer frente a la cancelación de esta operación derivada de la oposición radical de una parte de sus socios a efectuar el reequilibrio patrimonial imprescindible para sanear el balance de la sociedad.
La negativa evolución del parque temático de Benidorm durante la temporada actual, en la que a 30 de mayo acumula unas pérdidas superiores a los 20 millones de euros, a añadir a los 100,3 acumulados hasta diciembre de 2002, imposibilita, según fuentes conocedoras de la situación, hacer frente a este vencimiento sin la inyección de nuevos recursos. Su impago, implicaría de forma automática el incumplimiento de las cláusulas del crédito sindicado de 98, 5 millones que diversas entidades tienen concedido a Terra Mítica, lo que las faculta a exigir su inmediata cancelación.
La operación crediticia que vence en poco más de una semana fue aprobada por los consejos de administración de ambas entidades financieras, condicionado a la ejecución de un plan de saneamiento para absorber las pérdidas acumuladas mediante una reducción de capital y realizar una nueva ampliación de mismo, la tercera desde su constitución, con las cuales tratar de estabilizar la situación financiera del parque temático. Esta condición, sin embargo, ha sido soslayada reiteradamente por su presidente, Luis Esteban, con el apoyo de diversos accionistas que se niegan a aceptar esta reducción al suponer una disminución del valor de la inversión efectuada en su día bajo la presión del actual ministro de Trabajo.
Ni el consejo de administración ni la junta general ordinaria de accionistas de Terra Mítica celebrados el pasado 30 de junio para aprobar las cuentas del ejercicio de 2002, abordaron cómo hacer frente al vencimiento del crédito ni tampoco a plan alguno de saneamiento patrimonial. Por contra, el comunicado hecho público tras las reuniones subrayó "el optimismo de los accionistas de cara al futuro". El proceder de los órganos de gobierno contrasta con la situación en la que se encuentra la sociedad. Fuentes conocedoras de la misma, mantienen que frente a los teóricos 210, 3 millones de capital social, los recursos propios reales apenas superan la cuarta parte de esa cifra (53,7 millones). La espectacular diferencia estaría provocada por los 123, 7 millones de pérdidas acumuladas hasta mayo, los gastos de primer establecimiento que deberían haber sido amortizados, tal y como destacó el informe de auditoría de Arthur Andersen de 2001, y el inmovilizado no operativo que sigue figurando en el activo. Unos recursos propios reales tan alejados del capital social, colocan al parque ante la necesidad no ya de proceder obligatoriamente a la reducción de capital sobre la base de lo exigido en el artículo163 de la Ley de Sociedades Anónimas, sino ante la amenaza de tener que disolver la sociedad por cuanto su artículo 260 establece como una de las causas de disolución "pérdidas que dejen reducido el patrimonio a una cantidad inferior a la mitad del capital social, a no ser que éste se aumente o se reduzca en la medida suficiente".
La alternativa barajada por los accionistas que se oponen a la minoración del capital para adecuarlo a la situación real, es que Bancaixa y CAM, junto a la Generalitat, sean las que aporten en solitario los, al menos, 100 millones de euros considerados imprescindibles para tratar de asegurar la continuidad de la iniciativa. Paramount, que tiene la opción de suscribir hasta el 20% de las ampliaciones de capital que se realicen, en ningún caso participaría en esta operación. La multinacional, que no aceptó el aval de la Generalitat para asegurarse el cobro del canon contemplado en el contrato de gestión y exigió que las asumieran las dos cajas de ahorro, no ha mostrado ningún interés en entrar en el accionariado. En todo caso, si lo hiciera en el futuro sería como contraprestación de aportaciones en especie en forma de atracciones suministradas por ella misma.
En el caso de CAM y Bancaixa, la pretensión de los accionistas de los que hace de portavoz Luis Esteban, implicaría el incumplimiento explícito de un acuerdo adoptado por sus consejos de administración. Lo cual, puede tener, en opinión de juristas consultados, responsabilidades graves para sus miembros, al margen de la dificultad para defender la transgresión ante el Banco de España. A ello se añade la contradicción que supone conminar a las dos principales cajas de ahorro valencianas a suplir la ausencia de interés de los accionistas privados a la hora de contribuir a solucionar la difícil situación patrimonial de la sociedad, y el que en la Ley para reforzar la Transparencia de las Sociedades, a punto de ser aprobada, se exige a estas entidades crear una Comisión Delegada de Inversiones, obligada a informar de la viabilidad financiera de las inversiones de carácter estratégico y estable que efectúen.
Y ello por cuanto, la viabilidad financiera de nuevas inversiones en Terra Mítica parece discutible a la vista del continuado incumplimiento de las previsiones efectuadas en los sucesivos planes de negocio, lo cual ha obligado a ambas cajas a dotar la totalidad del riesgo que tienen asumido en el complejo de ocio. La cifra de visitantes se ha mantenido muy por debajo de la prevista, mientras el objetivo de frenar el crecimiento de las deudas se ha demostrado imposible de cumplir. El plan de negocio para 2002 presentado por Paramount, abandonó, por primera vez, la pretensión de lograr 3 millones de visitantes, objetivo central de la etapa en la que Miguel Navarro fue director del parque. Paramount rebajó un tercio esta previsión, estimando alcanzar en 2002 los 2,1 millones. A pesar de ello, la cifra, una vez más, demostró ser inalcanzable y los visitantes el pasado año apenas superaron los 1,4 millones, un 33 % menos de los pronosticados por la multinacional. Por contra, el volumen de las deudas siguió aumentando al pasar de 236,3 millones a 31 de diciembre de 2001 a 259,9 un año después, esto es (un 10% más), sin que las pérdidas hayan sido contenidas de forma relevante. En esa situación parece poco probable que ningún miembro de una futura Comisión de Inversiones de CAM o Bancaixa aceptara la responsabilidad de avalar, como administrador de una sociedad sujeta a las responsabilidades establecidas en la Ley, la viabilidad financiera de nuevos riesgos si no van acompañados de un saneamiento efectivo de Terra Mítica y de una profunda mejora en su gestión.
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