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Reportaje:

Más savia nueva para la EGO

La Joven Orquesta de Euskal Herria afronta la temporada con una mayoría de músicos de entre 16 y 18 años

Muchos no alcanzan la mayoría de edad y los escasos veteranos no superan los 26 años. Son los 97 músicos (46 chicos y 51 chicas) que integran la Joven Orquesta de Euskal Herria (EGO), una iniciativa que surgió hace siete años para que los estudiantes tuvieran un primer contacto con la formación musical por excelencia. Este año ha tocado renovación: después de unas pruebas en Semana Santa, la orquesta se ha rejuvenecido, con la incorporación de chicos y chicas de entre 16 y 18 años. Mañana comienzan en Eibar veinte días de intensos ensayos, que concluirán con cinco conciertos en el Kursaal y el Euskaduna, entre otros escenarios.

La EGO surgió como una iniciativa del Departamento de Cultura del Gobierno vasco y las tres cajas de ahorro vascas (BBK, Kutxa Vital). Un año más, ayer se volvió afirmar el convenio por el que las entidades de ahorro aportan 138.986 euros para financiar a esta peculiar orquesta de formación cambiante, que sólo tiene dos citas anuales: en las vacaciones de verano y de Navidades.

Cerca de 200 jóvenes han acudido a las últimas pruebas de selección

Previamente a estos encuentros, el director de la formación, Juan José Ocón, diseña el programa de trabajo. Para empezar, las audiciones de Semana Santa, en las que se elige a los músicos que participarán en las actividades del año. En esta ocasión, la participación ha sido sorprendente: cerca de 200 jóvenes acudieron a las pruebas de selección, con una mayoría que no alcanzaba los 18 años. "Es más, nos ha llamado más de uno con 15 años rogando que le dejemos acudir a las audiciones, lo que da idea del eco que tiene la EGO en los estudiantes", señaló ayer Juan José Ocón, durante la presentación del programa de este año.

Un programa que trata de abarcar todos los ámbitos orquestales. El plato fuerte es la imprescindible Quinta sinfonía de Beethoven, obligatoria en el repertorio de toda orquesta que se precie. "Es una obra muy conocida y muy difícil al mismo tiempo, lo que obliga a una buena tanda de ensayos, porque la EGO tiene la obligación de sonar como una orquesta profesional", recordó el director.

Como es habitual, hay una pieza de un compositor de la tierra. En este caso, Aires gitanos, de Pablo Sarasate. Con ella ha llegado también una novedad a la EGO, la incorporación de la figura del solista, después de una selección a la que se presentaron treinta aspirantes. La responsable de abordar los virtuosos solos del compositor navarro será la donostiarra Claudia Bak, de 17 años. El programa se completa con dos piezas estadounidenses: Salón México, de Copland y West Side Story, de Bernstein, con las que se pretende introducir a los jóvenes en el ritmo contemporáneo y, de paso, darles un gustazo a los percusionistas, que se podrán emplear a fondo con ellas.

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Pero, estos días son también para el estudio y el perfeccionamiento. La EGO cuenta con la colaboración de ocho reconocidos instrumentistas que imparten las clases de cada cuerda que conforma la orquesta, procedentes de la Scala de Milán, la Filarmónica de Gran Canaria o la Orquesta Nacional de España. Y luego, están los 16 ensayos generales para preparar el programa. El resultado se podrá disfrutar en los conciertos del Kursaal de San Sebastián (22 de julio), Euskalduna de Bilbao (23), Principal de Vitoria (24), Sestao (25) y Getaria (26).

[La joven arpista Irantzu Agirre (Getxo, 1980) logró ayer la X Beca Nicanor Zabaleta para instrumentos de cuerda, que conceden la Diputación de Guipúzcoa y la Kutxa, por su "talento como instrumentista y proyección de futuro". La beca le permitirá cursar un master en The Juilliard School, en Nueva York, con la profesora Nancy Allen].

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