Expulsado el chófer de la furgoneta de Lorca en la que murieron 12 ecuatorianos

Nelio Elías L. V., el ciudadano ecuatoriano que el 3 de enero de 2001 conducía una furgoneta que fue arrollada por un tren en un paso a nivel situado entre los municipios murcianos de Lorca y Puerto Lumbreras, con un balance de 12 ecuatorianos muertos de los 14 ocupantes del vehículo, será expulsado de España en cumplimiento de la sentencia dictada por el Juzgado de lo Penal de Lorca, según indicaron ayer desde la Delegación del Gobierno en Murcia.

Tras dictar sentencia, el juez ha enviado la misma a la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) de Lorca, en cuyo parte se señala que Nelio Elías L. V. ha sido condenado a tres años de prisión y privación de permiso de conducir vehículos a motor. El texto indica además que "la pena privativa de libertad será sustituida por la expulsión del territorio nacional con prohibición expresa de regresar" por tres años, tal y como acordaron las partes hace varias semanas.

El Grupo Operativo de Extranjeros de la Comisaría lorquina inició ayer los trámites correspondientes para dar cumplimiento a la sentencia y, en consecuencia, proceder a la inmediata expulsión de España del inmigrante ecuatoriano, tal y como prevé la Ley de Extranjería.

Desde enero de 2001 en la Región de Murcia, fecha del suceso, se han reproducido varios accidentes en los que se han visto envueltos los transportes del colectivo inmigrante, por lo que desde el Gobierno regional murciano han tratado de erradicar el tráfico clandestino de inmigrantes a las plantaciones del Levante, especialmente Alicante, Murcia y Almería.

La pujanza del sector primario, especialmente la agricultura en esta parte de España, ha provocado la llegada de numerosa mano de obra inmigrante, que se traslada cada mañana en autobuses y medios de transporte privados, muchos de ellos sin los permisos preceptivos, con la finalidad de reducir costes.

En la región de Murcia, el censo de los ayuntamientos indica que viven más de 100.000 extranjeros, mientras que sólo unos 60.000 están adscritos a la Seguridad Social.