Un hombre rocía con alcohol y prende fuego a su compañera
La mujer tiene el 30% del cuerpo abrasado
Un hombre prendió fuego ayer a su compañera tras rociarla con alcohol de quemar en el puente donde pernoctaba. La víctima, M. D. B. N., de 34 años, se encuentra ingresada en la unidad de quemados del hospital de Getafe (Madrid) con pronóstico grave. Tiene el 30% del cuerpo abrasado. Las quemaduras son de segundo grado. Su vida no corre peligro salvo complicaciones, según informaron fuentes médicas.
Los hechos se produjeron sobre las 19.20 en el kilómetro 20 de la carretera de circunvalación M-30, en el desvío hacia la avenida de Valladolid, en la capital madrileña. Según explicó la víctima, de nacionalidad española, ella se encontraba tumbada en un colchón, cuando apareció su compañero sentimental, de nacionalidad rumana. De repente y sin que mediara palabra, sacó un bote con alcohol de quemar y roció el cuerpo de la mujer, que no tuvo tiempo de huir. Su compañero empuñó entonces un mechero y le prendió fuego antes de escapar..
Una UVI móvil de los servicios sanitarios municipales acudió al lugar. Los facultativos reconocieron a la mujer, que estuvo consciente en todo momento. La apreciaron quemaduras de segundo grado en el 30% de su cuerpo. Las lesiones le afectaban sobre todo al tórax y a las piernas. Fue trasladada a la unidad de quemados de Getafe, especializado en este tipo de lesiones.
La Policía Municipal, que fue la primera en acudir al lugar, vigiló la zona en busca del agresor, pero no logró detenerlo. En estas tareas también colaboraron agentes del Cuerpo Nacional de Policía de la comisaría de Moncloa-Aravaca, que tampoco arrestaron al agresor. Estos agentes se han hecho cargo de las investigaciones , según una portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
Más pena en Navarra
Por otra parte, la fiscal que interviene en el caso de Alicia Arístregui, muerta a manos de su marido el año pasado en la localidad navarra de Villava, ha elevado la petición de pena de 15 a 20 años de prisión para el acusado, Jesús Gil Peláez. Considera que él actuó de forma "sorpresiva" y aprovechó "la indefensión" de su esposa porque "tenía clarísimo que la iba a matar".
Con la prueba pericial forense y la presentación de los informes de las partes, quedó ayer visto para sentencia un juicio que durante las tres sesiones se ha seguido con expectación. Tras recordar la trascendencia social que ha tenido en Navarra la muerte de Alicia Arístregui, de 37 años, por ser la primera muerte por violencia doméstica, la fiscal recordó que Jesús Gil Peláez, había sido denunciado en numerosas ocasiones por su mujer y que un juez le había prohibido acercarse a ella a menos de 500 metros. El día de su muerte, ella iba con una amiga porque "tenía tanto miedo que no se atrevía a salir sola a la calle". El acusado frenó su coche. Salió con un cuchillo y la apuñaló.
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