La interoperabilidad en los hogares
APARENTEMENTE, LA NOTICIA es buena. En la casa digital de mañana (dentro de tres años más o menos) todos los aparatos se comunicarán sin trabas. Para entonces pasar del DVD a la computadora, del teléfono celular a la impresora, o ver fotos apenas tomadas en la pantalla del televisor, estará al alcance de las abuelas más alérgicas a la tecnología. Las mayores empresas interesadas acaban de anunciar la formación de un grupo de trabajo para resolver este tipo de problema. Se plantea, de paso, lograr un mejor control de la manera en la cual utilizamos el contenido digital.
El martes 24 de junio, en un salón de un gran hotel de San Francisco, HP, Intel, Microsoft, Nokia, Samsung, Sony y 11 más anunciaron la creación del grupo de trabajo para la casa digital (Digital Home Working Group, DHGP). El cual tiene como misión el promover los acuerdos sobre estándares que permitan la interoperabilidad.
La interoperabilidad llegará porque está la tecnología, porque los fabricantes lo quieren y además prometen no inventarse nuevos estándares
El objetivo es simplificar el intercambio entre los diferentes aparatos del hogar, ya sea música, fotos o vídeo, ya sea en la computadora, en el televisor o el teléfono.
El objetivo es simplificar el intercambio de contenido entre los diferentes aparatos del hogar moderno, trátese de música, fotos o vídeo digitalizados, trátese de ver u oírlos en la computadora, el televisor, el teléfono celular o en el aparato que uno quiera.
La propuesta es atractiva. Maestro de ceremonias para la ocasión, Paul Saffo, previsionista conocido (no le gusta ser tildado de 'futurólogo'), introdujo el tema con cierto humor: "Tengo una visión distópica de una Navidad próxima en la cual cada uno recibe aparatos incapaces de comunicar entre sí, y una aspiradora robot, fuera de control, persigue al gato. Estamos aquí hoy para evitar eso".
Todo alimentado por la adopción de las líneas de alta capacidad y el éxito de las conexiones inalámbricas. Las redes caseras en EE UU aumentaron en un 60% el año pasado, dice la empresa de investigación Yankee Group. El número de hogares equipados de esa manera se multiplicará por cinco entre el 2002 y el 2005.
Según Scott Smyers, representante de Sony y presidente del grupo de trabajo, la estrategia consiste en "referirse a estándares existentes y dar líneas directrices de implementación seguidas de pruebas".
Las normas abundan, pero suelen ser contradictorias y, según el DHWG, "insuficientes para garantizar la interoperabilidad". El esfuerzo principal descansará en los detalles de implementación del Internet Protocol (IP), que permite la comunicación por Internet, del Plug and Play (permite que una computadora reconozca otro aparato en el mismo instante en el cual se conecta), y del WiFi, la tecnología de comunicación inalámbrica.
KS Lee, vicepresidente de Samsung declaró que "va a resultar por tres razones: la tecnología está madura y asequible; las empresas más importantes participan en este esfuerzo y no pretendemos lanzar nuevos estándares". La presencia de los rivales de siempre en un mismo escenario es un lindo espectáculo que Jean Marc Matteini, de Philips, resumió con la fórmula de moda en Silicon Valley: "Se trata de coopetición". La idea es buena, pero raras veces basta con la buena voluntad.
Más importante para los usuarios, los promotores del grupo de trabajo parecen tener en mente fortalecer su control sobre la manera en la cual utilizamos nuestros aparatos y el contenido que en ellos guardamos. El primero en notarlo, fue Alexander Wolfe de la revista Emdedded-Watch para quien los aparatos pueden leer MP3 gracias, precisamente, a los estándares existentes. "Sin embargo, lo que no pueden hacer muy bien -y lo que empresas como Microsoft y Sony aparentemente quieren que hagan mejor- es regularizar la transferencia de tales documentos (vale decir, bloquearlos si han sido bajadas gratis de Kazaa)".
De hecho, interesado en tranquilizar a las empresas de medios ausentes del grupo, Kevin Corbett, representante de Intel declaró: "Será más fácil hacer que respeten los derechos digitales y proteger el contenido si garantizamos la interoperabilidad a nivel de la arquitectura". Los usuarios tienen de qué preocuparse.
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