El Palacio Real de Santes Creus, cerrado desde la Guerra Civil, se visitará en 2005

El Palacio Real del monasterio de Santes Creus, que ha permanecido cerrado al público desde la Guerra Civil por los daños que padecía su estructura, se abrirá al público durante la primavera de 2005, de acuerdo con las previsiones que barajan los responsables de su restauración. Las obras supondrán una inversión de 480.000 euros, que se financiarán a partes iguales por el Departamento de Cultura de la Generalitat y por la Fundación de la Mutua General de Cataluña.

Las obras se iniciarán el próximo año y supondrán actuar sobre la planta baja y tres salas del primer piso del edificio, así como sobre el tejado del patio Jaume II y las lonjas superiores, "de gran belleza arquitectónica", explicó ayer Esteve Mach, director de la Oficina de Gestión de Monumentos de la Generalitat. El Palacio Real, integrado por un patio interior rodeado de habitaciones y de estilo gótico, responde al modelo de residencia de las clases nobles y alta burguesía de la época. Fue construido tras la muerte de la reina Blanca d'Anjou, cuyas armas figuran en el patio y en los elementos ornamentales de las vigas del primer piso. Permanece inalterado prácticamente desde su construcción, sin grandes modificaciones posteriores. Es una de las piezas más importantes del monasterio, construido entre los siglos XII y XIII, que permanece todavía sin restaurar. El inicio de la restauración no tiene fecha concreta, aunque será durante el próximo año, a falta de la presentación del proyecto definitivo y de la licitación de las obras.

La actuación permitirá, asimismo, la habilitación de las escaleras circulares sobre el patio Jaume II y del patio de armas, que cumplirá con las normativas de seguridad y ofrecerá una perspectiva visual diferente desde lo alto del patio. El tejado del patio Jaume II también se consolidará. Tras estas obras quedará por restaurar parte del edificio, de igual extensión y cuya rehabilitación quedará a merced de un segundo convenio entre la fundación y la Generalitat.

Esteve Mach informó, además, de que la habilitación de las salas permitirá al monasterio cisterciense disponer de espacios para acoger exposiciones, tanto fijas, que se situarán en las plantas superiores, como temporales, en la planta baja. La primera exposición versará sobre la utilidad del palacio integrado en el complejo religioso y su restauración, mientras que se proyectan como temporales una exhibición sobre la Corona de Aragón y la expansión de los catalanes por el Mediterráneo. El fondo pictórico del propio monasterio, cedido con motivo del 900º aniversario de la orden del Císter, también será objeto de una exposición.