Escapa de un calabozo de Granada el padre acusado de raptar a su hija

José Luis Carrillo, el hombre detenido el lunes en Loja (Granada) después de año y medio de búsqueda por raptar a su hija de cinco años, que vivía con la madre en Madrid, escapó la madrugada de ayer por una ventana del calabozo municipal donde fue internado por orden del juzgado. Los cuatro agentes de guardia en la jefatura, situada en el sótano del Ayuntamiento de Loja, no advirtieron la fuga hasta las ocho de la mañana, tres horas después de que comprobaran por última vez la presencia del detenido.

A pesar de que la Guardia Civil, en la nota divulgada entre los medios informativos por la detención, advertía de la peligrosidad y los antecedentes del detenido y de la existencia de una orden de ingreso en prisión de un juzgado de Málaga, la juez de Loja prefirió internar a Carrillo en los calabozos municipales, cuyas medidas de seguridad burló sin grandes dificultades. El detenido, durante las horas que pasó en la celda de la Policía Local, se mostró agresivo e incluso rompió el cristal de una ventana.

El cuartel de la Guardia Civil de Loja carece de celdas para detenidos. La juez acordó el ingreso de Carrillo en los calabozos mientras reunía las diferentes órdenes emitidas contra él por los juzgados; después le tomaría declaración. Sin embargo, el detenido se adelantó a las intenciones de la juez y de madrugada arrancó un barrote de la rejilla del aire y con ella, a modo de punzón, soltó los barrotes de una ventana que da al patio de una vivienda contigua al Ayuntamiento y escapó a través de ella.

El alcalde de Loja, el socialista Miguel Castellano, declaró: "Las celdas están bien para lo que sirven, para que pasen unas horas los detenidos. No están ni mejor ni peor que otras. Pero de lo que estoy convencido es de que no deben estar en el edificio municipal".