Las cuatro radiales de peaje se inaugurarán con dos años de retraso

La primera de las cuatro autopistas radiales de peaje de la región, la R-2 (Guadalajara-M-40), estará en funcionamiento el 30 de septiembre, lo que supone un retraso de dos años respecto a las fechas previstas inicialmente. El resto de carreteras de pago, junto con los tramos adyacentes del nuevo cinturón de circunvalación M-50, comenzarán a funcionar de forma paulatina durante el verano del próximo año. Los precios de estas vías dependerán de si se utilizan en horas punta o valle, de día o por la noche o los fines de semana. Como término medio, cada kilómetro costará 10 céntimos.

Las nuevas autopistas suponen la construcción de 281 kilómetros, de los que 93 pertenecen a la M-50. Ésta última será gratuita en todo su recorrido. La inversión global ha supuesto cerca de 2.400 millones de euros. "Éste es el proyecto más grande de España e incluso casi podría decirse de toda Europa" para descongestionar el tráfico de una gran capital, según señaló el director general de la empresa adjudicataria de la R-3 y la R-5, Manuel Ibáñez Bosch.

Durante el periodo de construcción, estas empresas han empleado a unas 17.000 personas, entre puestos directos e indirectos. Durante la explotación de las radiales, trabajarán una media de 600 personas en los peajes y en el mantenimiento de los viales.

Las previsiones de los adjudicatarios es que cada día utilicen estas vías unos 260.000 conductores, lo que supone un tercio de los 800.000 vehículos que entran a diario a la capital. El ahorro estimado de tiempo que pueden conseguir estos usuarios de las radiales es de unos 45 minutos con respecto a los atascos actuales. A eso se añade el ahorro en combustible y de piezas del motor, que, según los cálculos de los adjudicatarios, serán de unos dos euros diarios.

Atascos en la M-40

Sin embargo, no todo son beneficios. Las radiales terminan en la M-40, una vía que sufre los mayores atascos de toda la región, en especial en hora punta, lo que acarrearía que los conductores llegasen antes a las retenciones. "Es un tema que ya hemos estudiado y creemos que la apertura de la M-50 descongestionará la M-40. Además hay un proyecto de ampliar la M-40 con vías de servicio y más carriles en determinados puntos", explicaron los gerentes de las empresas ganadoras del concurso. "Creemos que los madrileños las utilizarán al principio como una novedad y para ver si les compensa. Luego deberán elegir si quieren pagar por no meterse en el atasco. Estamos seguros de que muchos madrileños querrán comprar su tiempo libre", añadió Luis García Miguel, director de Henarsa (adjudicataria de la R-2).

Los precios varían en funciones de la hora y día de utilización. De este modo, las horas punta (cuando hay más atascos) serán más caras frente a las horas valle. El día también costará más frente a la noche, que será gratuita en algunas radiales como la R-3 y la R-5. Los promotores pusieron ayer varios ejemplos. Ir desde Arganda o Loeches hasta la M-40 supondrá un desembolso de 2,8 euros en horas punta y día laborable. Trasladarse de Alcalá o Meco a la M-50 le costará al conductor 1,65 euros. El trayecto más caro contemplado hasta ahora (Taracena, en la provincia de Guadalajara, a M-50) es de 4,7 euros. "Éstas son propuestas de tarifas, que deben ser aprobadas por el Ministerio de Fomento. Eso sí, también habrá descuentos en función de mayores usos de las radiales", señaló Luis García Miguel, de la R-2.

El calendario de apertura de las radiales de peaje fue detallado ayer por sus responsables. La primera en abrir será la R-2 (Guadalajara-Madrid). La fecha del corte de cinta será el 30 de septiembre. También se abrirá el tramo de la M-50 que una la autovía de Burgos (N-I) con la autovía de Barcelona (N-II). A finales de año está prevista la inauguración de la R-3 (Madrid-Arganda del Rey) y R-5 (Madrid-Navalcarnero), junto con los tramos de la M-50 que enlazan las autovías de Andalucía (N-IV) y Extremadura (N-V). A mediados del próximo año se completará todo el trazado de la M-50 y entrará en funcionamiento la R-4, que transcurre desde Ocaña (Toledo) a Madrid, además del Eje Aeropuerto.

"Las fechas de apertura están ya muy próximas y la posibilidad de que ocurran más hechos que las retrasen es muy poco probable. Lo razonable es que se cumplan estos plazos", explicó Javier Pérez-Fortea, gerente de la empresa que explotará la R-4. Reiteró que siempre existirá una altenativa gratuita para entrar o salir como ocurre ahora, de forma que los conductores no tendrán que pagar por entrar o salir de Madrid. Y en el caso de que no existan, como ocurre en un tramo en el que coinciden la M-50 y la R-2, será gratuito.

Cambios en los proyectos

Los responsables de las radiales señalaron que el retraso en la apertura de las radiales se ha debido a múltiples causas, "dada la complejidad del proyecto", según explicó el gerente de la R-3 y R-5. Entre ellos, destacó los abundantes enlaces que han tenido que efectuar con otras vías como la M-40, las carreteras comarcales e incluso municipales. "Ha habido que adaptar el proyecto inicial a los cambios pedidos por la Comunidad de Madrid y a los diferentes ayuntamientos para que acogieran a los nuevos barrios, a los planes locales de desarrollo y al aumento de población", explicó Manuel Ibáñez. Otro problema añadido han sido las expropiaciones de terreno a particulares.

Los gerentes de las adjudicatarias rechazaron valorar el anuncio del candidato del PSOE a la presidencia regional, Rafael Simancas, de que, si llegara a gobernar, negociaría con el Ministerio de Fomento para eliminar el pago de peaje en estas vías. "Se trata de una decisión política y de una negociación que no nos compete, ya que sería entre Fomento y el Gobierno regional. Nosotros seguiremos ejecutando nuestros contratos y, si hay cambios, tendremos que renegociarlos", comentó Javier Pérez Fortea. "Eso sí, no creemos que se vaya a producir", añadió. El tiempo de las concesiones oscila entre los 24 y los 65 años. Estos plazos comenzaron a correr desde que firmaron los contratos de explotación, por lo que cualquier retraso va en contra de los adjudicatarios.