Un pacto de gobierno con Esquerra permite a CiU conservar la Diputación de Girona

Un pacto de gobierno con Esquerra Republicana permitirá a CiU conservar la presidencia de la Diputación de Girona durante los próximos cuatro años, a pesar de que la federación nacionalista perdió la mayoría absoluta en las elecciones municipales. Los republicanos, que con cinco diputados se convirtieron en la llave de la Diputación, han mantenido numerosos contactos y reuniones con CiU (12 diputados) y el PSC (9 diputados). El socialista Joaquim Nadal mantiene que con este pacto "se entierran parte de las perspectivas de la izquierda plural en Girona".

Carles Páramo, alcalde de Roses, que continuará al frente de la corporación provincial otros cuatro años, asegura que hizo todo lo posible para conseguir un gobierno con representación de todos los partidos. Páramo se sentía ayer satisfecho por haber "blindado" el buen funcionamiento de la Diputación y "evitar que dependa de los resultados de las próximas elecciones autonómicas". Nadal, en una conferencia de prensa de urgencia convocada antes de la que hoy tienen prevista las dos formaciones para explicar los detalles de su pacto, aseguró: "Ahora no está claro a quién apoyará ERC tras las autonómicas". El portavoz socialista aseguró que en la Diputación de Barcelona ha sido posible un pacto entre socialistas y republicanos porque estos últimos "querían estar allí a cualquier precio", mientras que en la de Girona deseaban sacar todo lo posible.

Jaume Sitjà, presidente regional de Esquerra Republicana (ERC), explicaba ayer que se habían decidido por el pacto con Convergència i Unió (CiU) porque es el partido que, a pesar de perder la mayoría absoluta, tiene mayor implantación en el territorio. Respecto a las críticas lanzadas ayer desde las filas socialistas, que acusaban a los republicanos de cerrar la puerta a una "mayoría de progreso", se limitó a señalar que los partidos "hegemónicos hasta ahora" deben acostumbrarse a la "fuerza emergente" de ERC. "Hablamos con todos y pactamos con quien nos parece mejor: eso es todo", zanjó, y negó que el pacto de la corporación gerundense sirva para mantener la equidistancia, como contrapartida a las alcaldías que ERC ha hecho ganar a los socialistas.

Las líneas básicas del pacto que trascendió ayer otorgan a ERC las áreas de Cultura y Cooperación de Municipios, mientras de CiU conserva Presidencia, Hacienda y Red Viaria.

Al contrario que en Girona, Esquerra votó en Barcelona con el Partit dels Socialistes (PSC) e Iniciativa per Catalunya (ICV) para dar la presidencia de la Diputación al primer secretario del PSC y hasta ahora vicepresidente primero de la Diputación de Barcelona, José Montilla.

En su discurso de investidura, Montilla reclamó para la corporación barcelonesa un papel para participar en el debate de la reorganización territorial catalana a fin de que ésta no resulte "un producto de laboratorio". "Las leyes de ordenación territorial hay que revisarlas porque la experiencia nos ha enseñado que hay cosas que no han funcionado", añadió. Además, dijo que la Diputación "seguirá trabajando para conseguir el definitivo traspaso de todos los servicios que aún sigue prestando y financiando la corporación y que son competencia de otras administraciones", en servicios como educación y carreteras.

El nuevo cartapacio, que fue aprobado también ayer, se completa con los cuatro vicepresidentes, que son, por este orden: Celestino Corbacho (PSC), Ramon Álvarez (ICV), Jaume Oliveras (ERC) y Joan Rangel (PSC), además de Manuel Bustos (PSC) como adjunto a Presidencia.

En conferencia de prensa posterior al primer pleno de este mandato, Montilla dijo que "hacen falta más recursos y competencias" y pidió a la Generalitat "que tenga la misma preocupación por el poder local" que tiene la Diputación.

El PSC perdió la mayoría absoluta de la Diputación en las elecciones municipales al pasar de 30 a 24 diputados; CiU mantiene sus 13 representantes; ICV ganó 4, hasta obtener 7; el PP sumó 1, y se quedó con 5, y ERC pasó de 1 a 2 escaños.