El líder socialista anula los expedientes a los alcaldes navarros apoyados por los nacionalistas

"Después de escucharle he tomado una decisión en relación con Navarra: los concejales del Partido Socialista, todos amenazados y coaccionados por ETA, no van a ser expedientados ni sancionados. Se anula el expediente". Este anuncio del líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, fue acogido en la bancada socialista con aplausos intensos. Unos ediles socialistas han conseguido la alcaldía en media docena de pueblos navarros al votarse a sí mismos y recibir el apoyo de Izquierda Unida y de grupos locales de carácter nacionalista, y, por tanto, sin pactar con UPN, versión del PP en Navarra. El PP puso el grito en el cielo y el PSOE abrió expediente informativo, que ayer, según informó Zapatero, ha quedado resuelto.

Ésta fue la respuesta de Zapatero al ataque que, por este asunto, le lanzó el presidente del Gobierno. "Usted es el máximo responsable del Gobierno de España y le pido que deje de lanzar insidias contra el PSOE", dijo, enfadado, el secretario general socialista. En tono muy grave le dijo: "Señor Aznar, durante toda la legislatura ha tenido todo mi apoyo para luchar contra el terrorismo, para acosar a los violentos, para reforzar el Estado de derecho y para garantizar la unidad y la cohesión de España". El presidente del Ejecutivo había puesto en cuestión el respeto al pacto antiterrorista del PSOE por la actitud de los concejales navarros. "Nosotros hemos cumplido el pacto escrupulosamente, por tanto no vuelva a hacer ese tipo de referencias", pidió un enérgico Zapatero.

La unidad de España

Después, el líder socialista preguntó al presidente por qué los partidos nacionalistas son "buenos" cuando pactan con el PP y "malos" cuando lo hacen con los socialistas. Zapatero recordó al presidente que tanto PNV como CiU votaron su investidura en 1996 y con ellos alcanzó la mayoría necesaria para gobernar. Zapatero recordó que él no tiene ningún pacto con esas fuerzas políticas y que hasta hace muy poco el PP ha sido el sustento de CiU para que pudiera gobernar. En la tribuna de invitados se encontraba el presidente del PSC, Pasqual Maragall, y el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias.

"Nunca se lo he dicho por responsabilidad pero ahora lo voy a hacer: el problema serio de cohesión territorial que hay en España lo tenemos desde hace siete años, desde que usted gobierna", dijo Zapatero. Ésta fue su respuesta a las muchas acusaciones del jefe del Gobierno de que el PSOE no tiene un proyecto para España. Aun así, Zapatero asegura que "la unidad de España no corre ningún peligro" porque la garantizan las principales fuerzas políticas. El líder socialista anunció que si gobierna hará una reforma constitucional que afecte al Senado para que sea el foro de las comunidades autónomas. También ofrecerá un pacto a todas las fuerzas políticas, a los agentes sociales y a las ONG para la inmigración.