"Los ciudadanos no perciben la falta de libertad"
La socialista Ana Urchueguía (San Sebastián, 1952) es una de las alcaldesas más veteranas del País Vasco. Gobierna Lasarte-Oria desde que nació como municipio independiente en 1986, siempre con mayoría absoluta. El 25-M esta mujer, viva imagen del coraje frente a ETA, arrasó, pero el apoyo en las urnas no le salvó de pasar un mal rato en la constitución del Ayuntamiento el pasado día 14. La izquierda abertzale se cebó a insultarla.
Pregunta. A fuerza de vivir situaciones de tensión, ¿acaba uno por acostumbrarse?
Respuesta. No, en absoluto. Hombre, que me digan "española, vete a España" cuando hemos sacado el 54% de los votos... Es tremebundo. Estamos en un país en el que esas cosas ocurren y hay quien quiere que parezcan normales, cuando son de absoluta anormalidad en un sistema democrático. Me quedé triste, porque en ese momento además me acordé mucho de Froilán [Elespe, asesinado por ETA en marzo de 2001].
"Después del asesinato de Froilán estoy muy resentida y dolida con el nacionalismo"
P. ¿Qué lectura hace de su éxito? ¿Responde a su gestión, a sus gestos contra el terrorismo?
R. Creo que hay un poco de las dos cosas, pero pienso que ha primado lo municipal porque hemos realizado una gestión impresionante. Lo que es evidente es que yo ahora mismo tengo mayor responsabilidad e intentaré esforzarme para seguir transformando el pueblo y elevar la calidad de vida de los ciudadanos.
P. ¿Cuál es su principal propósito para esta legislatura?
R. La transformación del casco urbano, sin duda, porque no tenemos uno propiamente dicho. Calculo que el proyecto llevará seis o siete años, pero ya hemos comprado 9.000 metros cuadrados para poner en marcha la operación. Otra de las grandes asignaturas es la construcción de viviendas protegidas.
P. Sus proyectos salen porque ha gobernado con mayoría absoluta. ¿No ve riesgos en ello?
R. Al día siguiente de las elecciones me reuní con los concejales salientes y entrantes y les pedí humildad. Creo que ésa es la clave para seguir trabajando. La prepotencia es peligrosísima, por eso tratamos de fomentar el diálogo con los otros grupos.
P. Odón Elorza dice que el respaldo electoral que ha obtenido es el apoyo a un proyecto de ciudad, no a un partido. ¿El suyo?
R. Todos tenemos un proyecto de ciudad o de pueblo y Elorza podrá decir eso. Pero hay una base, un voto fijo que es del partido, aunque también hay otro que depende del tirón del candidato. En realidad, da lo mismo, lo que hay que hacer es trabajar y tratar de llevar el programa adelante.
P. ¿Cree que haber dejado sin representación a los simpatizantes de Batasuna resta algo de legitimidad a los resultados?
R. No, por una sencilla razón: no creo que nadie de Batasuna nos haya votado. Los grandes beneficiados han sido PNV-EA.
P. ¿Cómo va a afectar a Lasarte, tradicional feudo socialista de la zona, su ilegalización?
R. Estamos a la expectativa. Imagino que tratarán de reorganizarse y presentarse dentro de cuatro años porque es evidente que hay un sector que se ha quedado sin altavoz en la vida municipal. Imagino que vendrán a los plenos y que tratarán de presionar, de ponérnoslo difícil, pero eso ya lo hacían antes.
P. ¿Se siente un clima de falta de libertad en Lasarte?
R. Los ciudadanos no perciben la falta de libertad; viven bien los que tienen recursos económicos suficientes, van al polideportivo, a pasear... Si yo quisiera nadar, me tendría que recorrer todas las piscinas del País Vasco. Es muy difícil transmitir la falta de libertad que uno tiene.
P. ¿Su situación le ha hecho distanciarse del nacionalismo moderado?
R. Sí, las cosas como son. Después del asesinato de Froilán estoy muy resentida y dolida con el nacionalismo. El otro día por ejemplo, cuando me enteré de que habían perseguido a Joseba Egibar en Lizartza, dije: "Mirá qué bien, para que sepan lo que significa". Luego, me arrepentí. El resentimiento tardará tiempo en calmarse. En todo caso, en el Ayuntamiento he tratado de separar la relación personal y de trabajo con la ideología.
P. ¿Por qué continúa?
R. Te compensa ver como vas transformando tu pueblo, mejorándolo. Nuestra ideología y nuestra fuerza interior es clave para que estemos aquí.
P. ¿Queda aún Ana Urchueguía para rato?
R. Lo que sé por ahora es que tengo que cumplir este mandato.
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