Aguirre afirma que no es posible fiarse del candidato "porque miente casi siempre"

Nada de lo que Rafael Simancas pueda decir debe ser tenido en cuenta, porque el dirigente socialista "miente casi siempre". Sobre ese argumento construyó ayer todo su discurso la portavoz del PP en la Asamblea, Esperanza Aguirre, quien volvió a acusar al candidato del PSOE de usar el debate para "limpiar sus vergüenzas" y tachó al principal partido de la oposición de "federación de facciones y grupos de intereses descontrolados". Aguirre sostuvo que el PSOE sólo ha dado a conocer los telefonazos de Tamayo a personas del PP, y le emplazó a difundir la lista completa de llamadas.

"Si el PP estuviera detrás de todo esto, yo ya sería presidenta", dijo la portavoz popular

Aguirre criticó que el PSOE haya hecho públicas esas llamadas y no las que "quizás", dijo, realizó el parlamentario a miembros del PSOE esos mismos días. "En cualquier caso, los militantes del PP con los que habló [Tamayo] podían ser más o menos conocidos suyos, pero no están relacionados con ninguna trama", opinó.

"Este debate no tiene ni pies, ni cabeza", dijo Aguirre al iniciar su intervención. "Si el señor Simancas hubiera elaborado su lista electoral desde el respeto a los ciudadanos y no como forma de resolver luchas fratricidas en el interior de su partido, en este debate habría presentado su programa de gobierno para los próximos cuatro años. Pero lo que ha hecho es usar la Asamblea para limpiar sus vergüenzas. Es un debate trampa, concebido sólo como salvavidas de la carrera política del presunto candidato, aunque sea a costa del naufragio del señor Zapatero", apostilló.

Aguirre quiso subrayar "ante los ciudadanos" que el PP es ejemplo de "partido decente, limpio y que se rige por principios", mientras que en el PSOE, y en concreto en la FSM, todo huele a podrido. "El PSOE es una federación de facciones y grupos de intereses incontrolados. Una mina vagante que explota en cuanto roza el poder. Lo que les ha pasado en Madrid, donde han dado un espectáculo de avaricia desatada, les ha pasado porque ustedes son en sí mismos un problema. Tienen, es verdad, otra forma de ser y de gobernar, formas muy distintas a las que dictan el sentido común y la decencia", le espetó Aguirre a Simancas.

La portavoz del PP sostiene que, desde la polémica sesión constitutiva del pasado 10 de junio, su partido "siempre ha dicho lo mismo": que se debían convocar elecciones inmediatamente y que el PP no aceptaría, "ni por acción ni por omisión", el voto de dos "tránsfugas". Aseguró que Simancas, por el contrario, "no ha dejado de mentir en los últimos 17 días".

"Mintió al decir que no tenía conocimiento de que existiesen discrepancias en el seno de su grupo, mintió cuando aseguró que no se presentaría a la investidura, y ha mentido cuando ha dicho que no gobernará con el voto de los tránsfugas. Sí gobernará, y no convocará elecciones antes de cuatro años", vaticinó Aguirre, ante las airadas protestas de los socialistas.

Según la portavoz del PP, Simancas "tiene que responder aún a muchas preguntas", y entre ellas una que consideró fundamental: "¿Qué le prometió José Luis Rodríguez Zapatero a Eduardo Tamayo a cambio de su apoyo en el Congreso en el que fue elegido secretario general del PSOE y, después, a cambio de que no fuese necesario celebrar elecciones primarias para que Trinidad Jiménez fuese candidata a la alcaldía de Madrid?".

Pero la "mentira" que Aguirre asegura que más le ofende es la que sostiene que el PP está vinculado a una supuesta trama inmobiliaria para impedir que los socialistas gobiernen. "Ustedes se presentan con la bandera de la decencia, pero acusar sin pruebas es políticamente indecente. Si el PP estuviera detrás de todo esto, yo ya sería presidenta", afirmó, antes de traer a colación, por enésima vez, que el PSOE "sí gobernó en 1989 con el apoyo del tránsfuga Nicolás Piñeiro". "La grabación con su voz mintiendo le perseguirá siempre, señor Simancas. La única verdad de Simancas es que casi siempre miente", insistió.

La portavoz del PP terminó pidiendo al PSOE y a IU un "pacto para disolver ya la Asamblea y fijar la fecha de las elecciones", y confió en que "las ansias de poder de los socialistas no salpiquen a la institución".