González Pons apuesta por el diálogo con sindicatos y universidades en su primera actuación
El ex senador Esteban González Pons tomó ayer posesión de su cargo al frente de la Consejería de Cultura, Educación y Deporte, en un acto estrictamente protocolario en el que el nuevo gestor -que asume una de las áreas más complejas e inestables de los dos anteriores gobiernos populares- mostró especial celo en subrayar su "intención de ser un consejero de centro", "de compromiso" y de "diálogo" con todos los agentes sociales y educativos. Descrito el talante conciliador, González Pons, no obstante, quiso dejar claro que: "Hoy [por ayer] no comienza una nueva etapa, sino que continúa una brillante que se inició en 1995".
De hecho, una de las primeras propuestas diseñadas por el entonces presidente Eduardo Zaplana, fue la creación de una nueva figura de secretario autonómico (con rango de Secretaría de Estado, según el reglamento de la Función Pública) que tras haber dormido el sueño de los justos durante años, se plantea ahora en la nueva estructura de la administración autonómica para configurar el denominado segundo escalón. En esa clave se interpretó la presencia en el acto del ex diputado y ex portavoz de Cultura del PP en las Cortes, David Serra.
No obstante, el discurso del nuevo consejero fue más bien conciso y muy centrado en el inicio inmediato del diálogo con los sindicatos y las universidades. En esa línea anunció que ayer mismo se pondría en contacto con los sindicatos y con los agentes sociales implicados. A la vez, anunciaba la reanudación de "las conversaciones con los rectores de las universidades valencianas para mantener una reunión respecto al nuevo sistema de financiación", en deferencia clara a la "urgencia" manifestada por los responsables universitarios respecto a la necesidad de revisar el plan plurianual y el de inversiones antes de que finalice el curso.
La gestión del área de Cultura también nace marcada bajo el signo de la "continuidad". El nuevo consejero ratificó su intención de "continuar con el trabajo que se está haciendo", pues, dijo: "Estoy convencido de que mejor no se puede hacer". Un énfasis, éste último que fue interpretado como un cierre de filas incondicional con la gestión, no exenta de polémica, realizada desde hace ocho años por la subsecretaria Consuelo Ciscar.
El único resquicio de novedad que dejó entrever fue el talante. "Lo mejor será continuar haciendo lo que ya estamos realizando, pero con un nuevo impulso, nuevas ideas y nuevos propósitos". Esas nuevas ideas sólo se dejaron entrever en la gestión del área de Deporte, donde dibujó una serie de líneas estratégicas consistentes en "trabajar mucho desde la base y con la gente, así como dar nuevas oportunidades" con el objetivo expreso de revalorizar "la cultura del deporte desde la participación y la educación".
En lo que sí extremó el cuidado hasta la última palabra el consejero fue en la "emotiva" despedida a su predecesor, Manuel Tarancón, a quien definió como "un político de carrera, de trayectoria y de vida", del que aventuró incluso: "Estoy convencido de que lo mejor de Tarancón está aún por venir".
Los sindicatos mantuvieron ayer por la tarde una prudente valoración de la toma de posesión, a la espera de que la inmediata "toma de contacto" anunciada por González Pons se produzca. El STEPV, CC OO y UGT ratificaron su voluntad de "colaborar y trabajar para mejorar la situación del sistema educativo", en un periodo difícil ante la amplitud de regulaciones y decretos que faltan por desarrollar a nivel central y autonómico para poder implantar tanto la Ley Orgánica de Universidades (LOU) como la reforma de las enseñanzas medias proyectada en la polémica Ley de la Calidad de la Enseñanza (LOCE) sobre la que, entre otras cosas, planea la pretensión de reducir la enseñanza de las lenguas cooficiales frente a la enseñanza obligatoria del castellano; o la reciente imposición ministerial de incluir la Religión como asignatura con valor académico. En ese sentido, Manuel Picó, secretario de la federación de CC OO, pidió al nuevo consejero que "abra el debate autonómico sobre el desarrollo de la LOU y de la LOCE, y fije una posición frente a Madrid, para que la Comunidad Valenciana no esté en inferioridad de condiciones respecto al resto de comunidades autónomas". Exigencia ésta que también ha sido reclamada por el STEPV en un amplio documento en el que pide a González Pons mayor autonomía frente al Gobierno central de los populares y un "pacto por la educación" en el sentido amplio.
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