Vasily Bykov, defensor de los derechos humanos en Bielorrusia
El escritor bielorruso Vasily Bykov falleció víctima del cáncer a los 79 años de edad en Minsk el pasado 22 de junio. La desaparición de este importante autor, que se destacó por abordar en clave humana el tema de la II Guerra Mundial, coincidió casualmente con el 62º aniversario de la invasión alemana de la Unión Soviética.
Bykov, que desde los años setenta traducía él mismo sus libros del bielorruso al ruso, nació en una familia campesina de la aldea de Bychki, en la región de Vitebsk. Tras marchar voluntario al frente en 1942, fue herido en combate en varias ocasiones y sólo se desmovilizó del Ejército en 1955.
El escritor, que comenzó su trayectoria profesional dedicándose a la sátira, adquirió fama en la época del deshielo que siguió a la muerte de Stalin. Abordó los tabúes relacionados con la guerra y trató este tema desde la perspectiva del hombre de a pie, ya fuera el soldado o el desertor.
Su primera obra, El grito de la cigüeña, se publicó en 1960. Siguió después El rencor y El tercer cohete, Los muertos no sufren, así como la colección de relatos El puente de Kruglianski. Otras obras suyas fueron Ir y no volver, Sobrevivir hasta el amanecer y El obelisco.
Poseedor de las más altas distinciones del Estado soviético, entre ellas el Premio Lenin, Bykov sufrió, como otros escritores de su país, el impacto del accidente nuclear de Chernobil y recogió esta catástrofe en su obra Pozo de lobos, que fue publicada en 1999.
Fue miembro del Congreso de los Diputados Populares de la URSS (el superparlamento creado por Mijaíl Gorbachov) entre 1989 hasta la desintegración de la Unión Soviética en 1991.
Su compromiso con la defensa de los derechos humanos le convirtió en un personaje incómodo para el actual presidente de Bielorrusia, Alexándr Lukashenko. Marginado del mundo oficial y víctima de pequeñas y bajas intrigas, Bykov huyó de la miseria intelectual y material de su país y, desde 1998, pasaba largas temporadas en el extranjero, lo que le permitía continuar sus actividades creativas en un ambiente acogedor. Tras residir en Finlandia, Alemania y la República Checa, Bykov regresó recientemente a Minsk, ya gravemente enfermo.
En una entrevista con Radio Europa Libre en 2000, Bykov manifestó: "Todo lo que hacen Alexándr Lukashenko y su régimen está dirigido a liquidar totalmente la soberanía de Bielorrusia", y le acusó de querer acabar con la cultura, la literatura y la lengua nacional de Bielorrusia. El escritor se oponía al proyecto de unión entre Bielorrusia y Rusia, por considerar que ambos países son totalmente diferentes.
Pero a pesar de que, en vida, el escritor no escatimara estas críticas al presidente Lukashenko, éste encargó al ministro de Cultura de Bielorrusia que organizase el funeral de Bykov. Lukashenko elogió al escritor y asoció su nombre con "el anhelo del pueblo bielorruso de vivir en un país libre e independiente".-
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