Operación retirada
John de Mol debe su fortuna, aunque no a partes iguales, a su ingenio y a Juan Villalonga. Cuando el anterior presidente de Telefónica decidió en marzo de 2000 comprar Endemol por 4.790 millones de euros, a De Mol, fundador de la productora de televisión holandesa junto a su socio Joop van den Ende, se convirtió en uno de los hombres más ricos de Holanda, ya que recibió acciones de la compañía española por valor de 1.322 millones de euros.
Nacido en 1955, De Mol es el prototipo del triunfador. Inició su carrera profesional como técnico de una radio local y rápidamente se convirtió en editor hasta dar el salto a la producción de programas en 1979 y, finalmente, a la creación de Endemol en 1994, que actualmente produce 500 programas con más de 15.000 horas de televisión y con presencia en 22 países.
Pese a ser el creador de programas como Gran Hermano o Lo que necesitas es amor, que se basan precisamente en la irrupción en la intimidad de la gente, De Mol huye de las apariciones públicas y guarda celosamente los detalles de su vida privada. Tan sólo se sabe que tiene un hijo nacido su único matrimonio con la actriz Willeke Alberti, de la que se separó posteriormente.
Pese a que está incluido en los primeros 500 puestos de la lista Forbes de los multimillonarios, a De Mol no le ha importado nunca declararse como un "joven ordinario más" e hincha del Ajax. Cuando Telefónica compró Endemol, le reservó la dirección de toda la estrategia mediática del grupo, le ofreció un puesto en su consejo, que nunca llegó a ocupar, y otro en el de Terra, al que renunció el año pasado.
Y es que , en realidad, De Mol nunca se ha acabado de implicar en la gestión de Telefónica (aunque
actualmente depende de Telefónica Contenidos) y en la práctica ha gozado siempre de una total independencia y ha dirigido la productora desde Hilversum, el pequeño pueblecito donde se encuentra la sede de Endemol.
Pero desde que César Alierta, actual presidente de Telefónica, anunciara su decisión de desprenderse del ala mediática del grupo, De Mol se ha alejado aún más de cualquier labor ejecutiva. El último episodio de ese desapego ha sido su renuncia a todos sus cargos ejecutivos en la propia Endemol, donde permanecerá sólo como jefe creativo. La retirada a sus cuarteles creativos de uno de los ideólogos de Operación Triunfo se interpreta en la línea de una próxima venta de Endemol.
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