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EL ENREDO
Columna
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El ladrillazo

1. En la tele hay mucha basura,

Nadie pide cabezas, no es el momento. Ahora hay que estar más unidos que nunca frente a los conspiradores, y bla, bla, bla...

pero hay que ver cómo está la política: ruines, ladrones, sinvergüenzas, golpistas, delincuentes... Eso se han llamado entre sí los políticos esta semana. Si tienen razón, es para echarse a temblar. Confiemos en que nos estén mintiendo. Todo tiene su origen en la supuesta trama inmobiliaria que mueve intereses políticos en Madrid. ¡No me digan! ¿En serio hay dinero negro en la construcción? No. ¿De verdad hay constructores que visitan despachos de políticos para proponer alcaldes? Bah. No me lo puedo de creé, como decían los de Gomaespuma. Yo no había oído nunca que hubiera relación entre corrupción política y construcción. Salvo en los casos Naseiro, Burgos, Zamora, Ollero, Roldán y otra media docena de casos; salvo eso, jamás había oído relacionar corrupción política y construcción.

2. "¡Esto ha sido un golpe!"

, dicen en el PSOE. Sí, señor, en todos los morros. La ley de la calle dice que lo primero que se debe hacer en estos casos es levantarse y devolverlo. Luego ya vamos todos juntos a comisaría, pero cada uno con un brazo roto. Los del PSOE creen haber capturado a uno del PP, al secretario general de Madrid. En el PP dicen: ¿qué tiene de raro que nuestro secretario general reciba en su despacho a un constructor? Nada, nada, qué va a tener. Total, porque el constructor le trae un candidato para pactar contra el PSOE una alcaldía... Pfff, lo normal. Y si el candidato está imputado en un par de casos, y el constructor está relacionado con los diputados del PSOE huidos, oye, ¿qué más lógico? Dicen que no trataron "cuestiones inmobiliarias" ni "cuestiones políticas". ¡A ver si fueron ellos quienes cerraron el fichaje de Beckham!

3. Los socialistas sufren un estrabismo

que les desvía la mirada hacia otra parte. Oí que Zapatero quería querellarse contra los responsables del desaguisado y pensé: qué tío más bruto; bastaría con cesarles. Pero no, se refería a los otros. Todos los socialistas de Madrid sabían que tenían compañeros un poco golfos, pero los sufrían en silencio, como quien tiene almorranas, y los mantenían en las listas por tradición. Nadie pide cabezas, porque no es el momento. Ahora corresponde estar más unidos que nunca frente a los conspiradores y bla bla bla, porque patatín y patatán.

4. Y yo que pensaba que al Gobierno

le preocupaba el cumplimiento de la ley. Pues no. El Gobierno es espectador. Ahora hay poder legislativo, judicial y espectador. Ante las denuncias por compraventa de diputados, al Gobierno le preocupa quién va a dimitir en el PSOE y ver si acaba pronto todo esto. Es una lástima que el Estado no disponga de medios para investigar. Aquí todos siguen el mismo lema: para una buena investigación, lo primero es tener conclusiones, a ser posible exculpatorias. Venga, venga, pelillos a la mar: que alguien se coma rápido el consumao, repetimos elecciones, corremos un tupido velo y que siga la fiesta.

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