La Audiencia Nacional dicta orden de detención internacional para los tres narcotraficantes fugados
La Audiencia Nacional dictó ayer orden de detención internacional para los tres narcotraficantes condenados el miércoles junto al abogado Pablo Vioque. Se trata de Manuel Carballo Jueguen, condenado a 17 años de prisión y multa de 1,2 millones de euros por tráfico de estupefacientes de notoria cantidad y en grado de jefe de organización; Luis Jueguen Vilas y José Antonio Padín Vieites, condenados por el mismo delito a penas de 15 y 10 años de prisión, respectivamente, y multas de 960.000 euros cada uno.
El Consejo General del Poder Judicial hizo público ayer un comunicado en el que destaca que "en todo momento, la Sala de la Audiencia Nacional ha cumplido con las exigencias de la ley". El CGPJ recuerda que los citados procesados "a lo largo del procedimiento y en las distintas sesiones del juicio oral, efectuaron las pertinentes presentaciones ante el juzgado y ante este tribunal sin que en ningún momento quebrantaran dicha obligación por lo que previsiblemente no se consideró que existiera riesgo de fuga o de que pudieran sustraerse a la acción de la justicia".
Liaño los puso en libertad
El Consejo indica también: "Todas las modificaciones de la situación personal fueron acordadas durante la instrucción de la causa", dejando claro que la sala no ha tenido responsabilidad en la fuga, sino, en todo caso, el juez instructor, que no era otro que Javier Gómez de Liaño.
Los datos indican que Carballo estuvo en prisión preventiva desde el 25 de marzo de 1997 hasta el 2 de octubre de ese año, cuando Gómez de Liaño, en contra del criterio del teniente fiscal antidroga, Javier Zaragoza, lo puso en libertad bajo fianza de 7,5 millones de pesetas (45.075 euros). Luis Jueguen entró en prisión preventiva el 25 de marzo de 1997 y Liaño, también con el criterio contrario del fiscal, le dejó en libertad bajo fianza de 4 millones de pesetas (24.040 euros). El narco no depositó la fianza hasta el 7 de enero de 1998, fecha en que quedó libre.
José Antonio Padín Vieites ingresó en prisión el 13 de febrero de 1995 y quedó en libertad bajo fianza de 500.000 pesetas (3.005 euros) por decisión de Gómez de Liaño el 9 de noviembre de 1996. Liaño puso también en libertad bajo fianza de 10 millones de pesetas (60.101 euros) a Pablo Vioque, en contra del criterio de la Fiscalía, pero finalmente cuando la causa pasó a Garzón, éste elevó la fianza a 150 millones de pesetas (901.518 euros).
Curiosamente, el defensor de Vioque propuso que Gómez de Liaño declarase en su favor en el juicio celebrado contra él. La Audiencia Nacional, sin embargo, no permitió la comparecencia como testigo de Gómez de Liaño por considerar que había sido el instructor de la causa y los hechos de la investigación los había plasmado en resoluciones, por lo que no tenía nada más que aclarar.
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