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El análisis de riesgos en la central de Almaraz dividió al Consejo Nuclear

La planta funciona con un permiso especial por tres votos de cinco

Carmen Morán Breña

El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) autorizó el 2 de junio el funcionamiento temporal de la central de Almaraz (Cáceres) sin uno de los generadores diésel con los que cuenta para suplir la energía eléctrica en caso de apagón. Este generador se estropeó y, mientras es reparado, ha sido sustituido por seis generadores diésel portátiles. A favor de la autorización votaron tres de los cinco miembros del CSN, según ha sabido este diario.

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El Consejo de Seguridad Nuclear se reunió en varias ocasiones en el mes de mayo para decidir si permitían a la central cacereña funcionar con los generadores portátiles, pero no alcanzaban un acuerdo. Tres informes desaconsejaban conceder el permiso a la central por cuestiones de seguridad. Otros dos concluían que la probabilidad de que varios percances encadenados condujeran a una situación de gravedad era altamente improbable.

El sábado 31 de mayo el presidente de la Red Eléctrica Española, Pedro Mielgo, envió un correo electrónico a la presidenta del CSN, María Teresa Estevan Bolea que, resumido, dice así: "Conocida la situación planteada en Almaraz a causa de la prolongación de la parada por mantenimiento y de la inminente parada de la central nuclear de Trillo por recarga, deseo hacerte llegar la preocupación por la disminución de potencia disponible en la zona centro".

A Pedro Mielgo le preocupaba, además, porque otras plantas de la zona sur y levante tenían también paradas programadas. "La significación de esta situación en cuanto a riesgo para la seguridad de suministro y el mantenimiento de tensiones en el sistema eléctrico es evidente. Quedo a la espera de tus noticias para proceder en consecuencia".

El lunes 2 de junio una nota de prensa anunciaba la respuesta que esperaba Mielgo. Los consejeros del CSN habían decidido conceder a Almaraz el permiso que pedía para funcionar temporalmente con sus generadores portátiles. Pero sólo se logró con tres votos a favor, una abstención y uno en contra. "Es la primera vez que se concede una exención basándose en el análisis de probabilidad de seguridad", explica la consejera propuesta por el PSOE Carmen Martínez Ten. Ella votó en contra, además, porque "los informes mantienen discrepancias y llegan a conclusiones contrarias". Y porque "en ningún caso" norteamericano que se conozca (Almaraz tienen tecnología de EE UU) "se tiene constancia de que se haya permitido el arranque en esas condiciones".

Parecidos argumentos esgrimió Paloma Sendín, propuesta por el PP, para abstenerse en la votación: había "discrepancias" en la solución planteada para sustituir el generador, que no garantizaban "desde el punto de vista de la seguridad" conceder el permiso.

El otro consejero a propuesta del PSOE, José Ángel Azuara, entiende, sin embargo, que "el impacto en el riesgo es despreciable, por eso las reservas expresadas [por los técnicos del CSN] no son suficientes y no se puede tener una central parada", explicó. Votó a favor de su funcionamiento.

El consejero propuesto por CiU, Julio Barceló, y la presidenta, María Teresa Estevan, también votaron a favor por entender que las probabilidades de riesgo son estadísticamente despreciables puesto que se reforzaron las medidas para garantizar el suministro eléctrico exterior, entre otras razones.

Almaraz obtuvo su permiso. Ahora se espera que el generador reparado en Francia llegue a finales de la próxima semana. Esto limita en el tiempo el riesgo, si alguna vez lo hubo.

Los ecologistas han puesto el grito en el cielo. "No se puede admitir el funcionamiento de la central sólo porque las probabilidades de riesgo sean bajas", opinó Carlos Bravo, de Greenpeace. Entienden más bien, que el CSN "ha primado el interés de las eléctricas". "Esta central dejaría de ingresar dos millones de euros cada día que estuviera parada", agregó. Y consideró una "grave injerencia" en un organismo independiente, la carta de Pedro Mielgo a la presidenta.

Por el contrario, el asesor de comunicación del CSN, Francisco Morales, explicó que las comunicaciones entre la Red Eléctrica de España y el CSN son "normales". "A menudo recibimos peticiones de información sobre el estado de las centrales", precisó.

Vista de las cúpulas de los dos reactores de la central nuclear de Almaraz (Cáceres).
Vista de las cúpulas de los dos reactores de la central nuclear de Almaraz (Cáceres).CRISTÓBAL MANUEL

"Intromisión"

En esta ocasión, para decidir conceder o no el permiso especial que pedía la central de Almaraz para funcionar, los cinco consejeros del CSN han emitido un voto particular, donde razonan su opción elegida. Ahí ven los socialistas una primera razón para la crítica. "El fallo de esta presidenta, [María Teresa Estevan Bolea] es que no ha sido capaz de alcanzar un consenso, algo que sería deseable en asuntos de seguridad nuclear", explicó el diputado Francisco Javier García Breva. Los socialistas han pedido la comparecencia urgente en el Congreso de la presidenta del CSN y también la de Pedro Mielgo, presidente de Red Eléctrica de España.

La carta de Mielgo a Estevan Bolea le parece al diputado socialista "una intromisión impresentable sobre un organismo independiente".

"Dudamos de que haya prevalecido en la decisión adoptada sobre Almaraz la seguridad de la central y no el garantizar el abastecimiento del suministro eléctrico", manifestó García Breva.

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Sobre la firma

Carmen Morán Breña
Trabaja en EL PAÍS desde 1997 donde ha sido jefa de sección en Sociedad, Nacional y Cultura. Ha tratado a fondo temas de educación, asuntos sociales e igualdad. Ahora se desempeña como reportera en México.

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