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Reportaje:FÚTBOL | El cuarto crack en la era Florentino

"Tranquilo, Sandro, el gato ya está en el agua"

En apenas cuatro horas se cerró el fichaje del jugador más popular del planeta y, por eso, Valdano llegó a pensar que había trampa detrás

Santiago Segurola

Acostumbrados a las complejas negociaciones en los fichajes de Zidane y Ronaldo, los dirigentes del Real Madrid asistieron asombrados al veloz desenlace en el caso de David Beckham. Las negociaciones venían de semanas atrás, pero el asunto se ventiló en apenas 48 horas. Un viaje a Cerdeña de Pedro López, hombre de confianza de Florentino Pérez, y de José Ángel Sánchez, director de Marketing del club, allanó definitivamente el terreno para el acuerdo, que fue rápido y sencillo.

En el club todavía se recuerdan los sudores que provocó la negociación con Ronaldo, la procelosa revisión de cada letra de las clásulas, las discusiones por cada palabra y cada cifra. Con Beckham todo fue tan concreto y profesional que Jorge Valdano llegó a sospechar. No podía creer que todo fuera como la seda, que no hubiera ninguna trampa detrás de tanta normalidad. Así se lo dictaba su experiencia en el fútbol. Pero las conversaciones, que se desarrollaron por teléfono, no contenían ninguna espina. En apenas cuatro horas se cerró el fichaje del jugador más popular del planeta.

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Durante la negociación final se produjo una charla amistosa entre Sandro Rosell, nuevo vicepresidente del Barcelona y responsable del área deportiva, y Valdano. "En poco tiempo veremos quién se lleva el gato al agua", le dijo Rosell. "Tranquilo, Sandro, el gato ya está en el agua". Dos horas después se anunció el fichaje. En ese momento, David Beckham volaba con destino a Tokio. Tanto el Manchester como el Madrid preferían que el comunicado que daba cuenta del fichaje se enviara con el jugador en un jumbo, fuera del alcance de los periodistas. A la vista del precio de la operación,un representante del Madrid comentó: "Si Beckham cuesta 35 millones, ¿cuánto cuesta un gran central? ¿ocho millones, diez?".

En el entorno de Florentino Pérez, todos hablaban con el máximo respeto por los negociadores del Manchester y los agentes de David Beckham. "Han actuado con una profesionalidad que pocas veces hemos visto. Hemos ido directo y al grano, sin distracciones". Las consecuencias del fichaje no se hicieron esperar. Durante la noche y las primeras horas del día, los principales responsables del área comercial del Madrid no cesaron de atender a las llamadas telefónicas procedentes de Europa y Asia. "Sabemos que es el efecto inmediato al fichaje de jugadores como Ronaldo y Beckham. Luego, todo se tranquilizará, pero en estos momentos vivimos una locura", confesaba un responsable de marketing.

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