Nardone: "La adicción a la Red es menos visible que otras"
El psicólogo italiano publica su terapia: convertir la causa de placer en una tortura
Giorgio Nardone es un psicólogo italiano que tiene un centro de terapia en Arezzo dedicado a las adicciones. Al catálogo clásico hay que añadir estos últimos años Internet. La peor literatura sobre el tema se dedica a criminalizar Internet como fuente de adicciones cuando la Red es una plataforma sobre la que se manifiesta una adicción ya existente. Nardone trabaja en su propio método para resolver estas adicciones. Y ha publicado un libro -Perversiones en la Red (RBA)- con Federica Cagnoni.
Nardone no entra en las causas de la adicción. "Estudio los problema a través de las soluciones, me desintereso del pasado. Sólo un discurso impropio culpa a la tecnología de quien está cautivo de ella. La tecnología, indudablemente, es beneficiosa. Es como las medicinas, que mal administradas pueden resultar un veneno".
Su método consiste en convertir la adicción en una tortura en lugar de una fuente de placer. Nardone desconfía de los tests en red para que uno se autodiagnostique adicto a la Red y, todavía más, de los remedios en red. ·Es paradójico que se quiera salvar una persona de la adicción a la Red manteniéndole dentro de ella. Por otra parte, los tests no sirven. No puedes mirar tus ojos mientras estás mirando. El internauta no se reconoce como adicto. Siempre piensa, por ejemplo, que dedica suficiente tiempo a la familia. Además, la consulta en red alimenta los miedos de quien consulta. Por ejemplo, el hipocondriaco, cuando encuentra una página que le suministra un diagnóstico negativo, siempre encontrará otra que refuerce sus sospechas de enfermo".
Casos resueltos
Siempre se ha dicho que el primer paso para curar una adicción es admitir que la sufres. ¿Cómo llega un paciente a la consulta? "Generalmente viene forzado por su familia más cercana o porque la situación resulta insostenible: se ha gastado todo el dinero o lo ha abandonado su mujer". En el tratamiento, este entorno tiene un difícil papel que jugar y una de las tareas del psicólogo es establecer una alianza inicial entre enfermo y entorno.
"Hay una dificultad añadida en la adicción a Internet frente a otras como el alcoholismo y es que tiene menos visibilidad. En lugar de llegar borracho a casa resulta que te dedicas a una máquina que está asociada al futuro, al éxito profesional, etcétera".
En su libro explica algunos de los casos resueltos. ¿Por qué no explica con el mismo detalle los fracasos? "El problema con los pacientes que abandonan es que no puedes hacer un seguimiento de su abadono, desaparecen. Por otra parte, se trata de un libro exploratorio. No se trata de proponer un modelo de tratamiento, sino publicar datos preliminares, de observar casos singulares". Las estadísticas de éxito que publica son notables pero, explica Nardone, para considerar un protocolo terapéutico se necesita el 70% de eficacia; que lo sea al cabo de unos meses y no después de años; que pueda ser replicable por otros terapeutas y predictivo.
Entre los casos que cita Nardone figura el de una mujer de 35 años, compradora compulsiva. Llegó al terapeuta obligada por su marido. Ella definía su manía como un rapto irrefrenable y los intentos del marido de impedir su acceso al ordenador todavía habían exaltado más su deseo. "Pedimos al marido que interrumpiera los sermones a la esposa y que, al contrario, le ofreciera cada día cinco euros para sus compras. Ella estaría obligada a gastárselos cada día en la Red y no podía acumularlos. Al cabo de unas semanas, esta compra por obligación había dejado de ser un placer y se había convertido en una tortura". El siguiente paso fue permitir saltarse la compra de cinco euros un día sí y otro no y con lo ahorrado, al cabo de dos semanas, hacer un regalo al marido. Semanas tras semana se fueron reduciendo los días de compra obligatoria y aumentando los regalos a la familia .Al cabo de seis meses, el encantamiento de la mujer por las compras en la Red había desaparecido.
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