Una bomba casera provoca daños leves en el liceo español Cervantes en Roma
Carabineros del RIS (una sección especial del cuerpo paramilitar italiano) investigaban ayer el atentado cometido en la madrugada del martes contra el colegio Cervantes, el liceo español en Roma, que causó daños leves en la puerta de entrada del edificio. El ataque se produjo cerca de las 4.30, cuando explotó una bomba de escasa potencia, colocada junto a la puerta del instituto, en el que ondea siempre la bandera española. Según los artificieros, el artefacto, de fabricación casera, estaba compuesto por algo menos de medio kilogramo de polvo explosivo contenido en una olla de metal. Un sistema similar al utilizado en otros atentados de los que se han responsabilizado después siglas ligadas al movimiento anarquista italiano.
Los investigadores no descartan ninguna hipótesis, ni siquiera la apuntada por el director del instituto, José María Jiménez Serrano, que mencionó la posibilidad de que el atentado fuera obra de ETA. Jiménez se mostró impresionado por el "ataque terrorista" contra un centro escolar, que hasta el momento "no ha recibido ninguna amenaza", dijo. En el colegio Cervantes, situado en lo alto de la colina del Gianícolo, cerca de la Academia de España y de la espectacular iglesia de San Pietro in Montorio, estudian algo más de 300 alumnos españoles, italianos y latinoamericanos de edades comprendidas entre los 3 y los 18 años. Ayer estaban previstos los exámenes de selectividad de una treintena de alumnos que se efectuaron, pese a la alarma, en la vecina Academia Española. La coincidencia de esta cita permitió a la policía italiana barajar la posibilidad de que el explosivo hubiera sido colocado por algún alumno reacio a examinarse.
El de ayer no es el único atentado contra intereses españoles que se produce en Italia en los últimos tiempos. En diciembre pasado, las oficinas de Iberia en Roma y en Milán, y los servicios postales de los aeropuertos de Fiumicino y Malpensa, en la capital italiana y en la Lombardia, respectivamente, recibieron diversos sobres con libros-explosivos que estallaron en algún caso, aunque sin causar daños a ninguna persona.
De los paquetes explosivos -uno de los cuales fue enviado a la sede de EL PAIS en Barcelona- se responsabilizó una extraña organización denominada Células Contra el Capital, las Cárceles, lo Carceleros y sus Celdas.
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