Olivas destaca el tránsito del "victimismo a la confianza" en su despedida del cargo

José Luis Olivas compareció ayer ante los periodistas por última vez como presidente de la Generalitat para subrayar su adhesión y participación en un proyecto cuyo rasgo esencial sintetizó en una frase: "La Comunidad Valenciana ha superado sus complejos y ha pasado de no creer en sí misma y mirar hacia afuera con actitud victimista a confiar en sus propias fuerzas y sentirse rectora de sus destinos sin culpar a terceros".

Olivas dijo sentirse "tremendamente orgulloso" de haber logrado culminar su vinculación al proyecto liderado por Eduardo Zaplana al frente de la presidencia de la Generalitat, "una enorme recompensa", que ha ocupado durante los últimos 11 meses desde que su predecesor fue designado ministro de Trabajo y Asuntos Sociales.

El presidente saliente aseguró haber hecho hincapié en la defensa del Plan Hidrológico Nacional y haber intentado sostener "el impulso" institucional que imprimió Zaplana como prioridades de su gestión. También subrayó la creación de la Agencia de Ciencia y Tecnología a través de la ley de acompañamiento de los presupuestos de la Generalitat para 2003 como hito de su breve mandato.

Olivas deseó "mucha suerte" a Francisco Camps, que será investido presidente de la Generalitat mañana por las Cortes Valencianas, y le auguró un futuro "extraordinario y tremendamente ilusionante".

Sin embargo, evitó cualquier mención a su propio futuro. Se limitó a comentar que su vocación es "servir a la Comunidad Valenciana".