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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Concertada-Pública

En los últimos días se pide a la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía el aumento de plazas concertadas en los centros privados de la zona de Triana, especialmente en los Salesianos. Creemos necesario hacer estas puntualizaciones:

Agradecen los hermanos mayores de las hermandades de Triana la labor desarrollada por los Salesianos, olvidando y omitiendo el trabajo realizado en los colegios públicos Elena Canel, José María del Campo, San Jacinto, El Turruñuelo o en los institutos Bécquer, Vicente Aleixandre o Triana. ¿Es que estos centros no han formado a generaciones de alumnos? Les puedo asegurar que sí.

Se argumenta la preocupación de los padres por dar a sus hijos la mejor educación posible. Estamos de acuerdo, pero esa es una preocupación de todos los padres en cualquier barrio y en cualquier nivel sociocultural. Y si en algún caso no es así, es obligación de la Administración educativa velar por que todos los niños tengan esa adecuada educación.

Se aducen también motivos ideológicos para elegir centros religiosos. ¿Es seguro que esos son los motivos de la totalidad de los padres? Todos sabemos que los motivos son más bien sociales: el deseo de que nuestros hijos se relacionen con otros niños de características sociales similares. Es éste un deseo respetable, pero no exigible a una Administración que debe cuidar de que no se produzca marginación y de dotar a todos los ciudadanos de las mismas oportunidades.

A lo largo de años, con el esfuerzo de los profesionales de la enseñanza y con una fuerte inversión económica, se ha ido formando una red de centros públicos de gran calidad en instalaciones y profesorado. No podemos permitir que no se haga un uso óptimo de esa inversión realizada con fondos públicos. Ni como enseñantes ni como ciudadanos, podemos permitir que se forme una doble red de centros sostenidos con fondos públicos con una clara separación del alumnado por motivos socioeconómicos o culturales. Al contrario, es deber de la Administración educativa, y así debemos exigirlo, continuar invirtiendo para proveer a nuestra sociedad de una enseñanza de calidad, que abarque a todo el arco social con los mismos medios y oportunidades para todos los alumnos, y donde cada centro elabore su proyecto de acuerdo con las necesidades de su entorno.

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