"Peleo todas las batallas"

Pregunta. ¿Qué tiene usted de Doncella de Orléans?

Respuesta. Pues poca cosa, la verdad. No tengo ni 19 años ni soy doncella ya. Y espero que no me acaben quemando en la hoguera.

P. ¿No se le apareció ni medio Dios a los 13 años para pedirle que salvara a su pueblo?

R. Pues no. Mi padre es ateo, mi madre agnóstica y no hemos tenido educación religiosa. Difícilmente se me iba a aparecer nadie.

P. ¿A veces en la vida hay que vestirse de hombre para cumplir una misión?

R. Por desgracia, los que siguen llevando los pantalones son ellos, en la mayoría de los casos. Pero intentar ponérselos para sacar las cosas adelante me parece que es equivocarse de papel.

P. ¿Es tan guerrera como Juana?

R. Bastante, sí, sobre todo porque no me callo lo que pienso. Y soy capaz de luchar por una idea, y por lo que creo justo.

P. ¿Siempre gana todas las batallas?

R. No, ni mucho menos. Pero las peleo.

P. Qué total que en el proceso a Juana le preguntaran los inquisidores: "¿Odia Dios a los ingleses?" ¿Usted qué cree?

R. Mire, yo no sé si Dios existe. Pero si existiera creo que no odiaría a nadie.

P. Cuando hizo No tengo miedo, de Salvatores, dijo que su papel le recordaba a Magnani, Mangano, Loren. ¿No se pasa con las comparaciones?

R. No lo decía porque yo me parezca a ellas, sino por el tipo de personaje . ¡Qué más quisiera yo!

P. Y comenta que la versión más famosa de Juana fue la que hizo Ingrid Bergman. No se corte: ¿Ingrid o usted?

R. Bueno, ahora mismo, haciendo la Juana en el 2003, yo [risas].

R. Define los papeles que ha tenido desde "mujer en crisis y débil" a "descarada y putón". ¿De qué lado está en la vida civil?

R. En el lado discreto y tranquilo de la vida, buscando el equilibrio rodeada de la gente a la que quiero.

P. Le gustaría que la llamara Almodóvar. ¿Hay alguna actriz española que no espere lo mismo?

R. Pues no. Pero yo lo dije respondiendo a la pregunta del millón: si me gustaría trabajar con Almodóvar. Y con Woody Allen. Y con Armendáriz.

P. Tras dirigir la Academia de Cine le dieron la encomienda de Isabel la Católica. ¿No hubiera preferido que le pusieran un piso?

R. Fue bastante surrealista [ríe]. No sé qué significado tiene la encomienda. Creo que el trabajo que hacemos tiene una utilidad. Pero yo hubiera preferido un piso.

P. Los actores, muy combativos con el "No a la guerra". Pero luego no se presenta nadie para presidir la Academia, y tiene que repetir Marisa Paredes.

R. Pues porque es muy ingrato. Es un papelón, y da muchos quebraderos de cabeza. O sea que ¡ole, Marisa!

P. "Me caliento con mucha facilidad". ¿En qué hogueras arde?

R. En la de la indignación ante la injusticia, sobre todo.

P. "Aznar tiene complejo de inferioridad". ¿En qué se lo nota?

R. Cada vez que sale en una foto con Bush.

P. ¿Cómo anda de sentido del humor?

R. Lo tengo, pero a veces se me olvida que lo tengo. Me pongo de tan mal humor que lo pierdo.

P. ¿La maternidad ha suavizado su predicada antipatía?

R. Si es que yo soy muy tierna... Soy antipática con las revistas del corazón.

P. ¿Le han regalado en us vida algo mejor que su primera muñeca Nancy?

R. [Ríe]. Era la Nancy negra, además. Todavía tengo el armario con todos sus vestiditos de los años 70. ¿Algo mejor que ella? Sí, libros.

P. ¿Y ese aspecto de no perder nunca la cabeza?

R. Pues a veces la pierdo. Por cuestiones del corazón.

P. ¿Cómo son los hombres?

R. ¿Cuáles? No hay hombres en general. Pero con los que mejor me entiendo es con los que más desarrollada y aceptada tienen su parte femenina.

P. ¿Sólo llora cuando acaba un rodaje o una obra de teatro?

R. Qué va. No soy llorona, pero cuando lloro, lloro hasta desbordar el Guadalquivir. Lloro mucho en el cine, en el teatro, y con las cosas que me rompen por dentro.

P. ¿Qué ama?

R. Amo a muchísima gente. Amo la vida, amo mi trabajo, amo la capacidad del hombre de hacer cosas hermosas.

P. ¿Y qué desea?

R. Que el hombre sea capaz de dominar su parte negativa y oscura con su parte buena, creativa y hermosa.