El coso de Tolosa cumple un siglo

Corría el 24 de junio de 1903. El diestro Ricardo Torres Bombita tenía previsto inaugurar la Plaza de Toros de Tolosa, pero no pudo ser. Estaba lesionado. Así que fueron Guerrerito y Bonarillo los encargados de lidiar los toros navarros de Jorge Díaz y de iniciar la historia de un coso que cumple ahora cien años. Un centenario que se viene celebrando ya desde hace unos días con un amplio programa de actos, que incluye una corrida goyesca el 29 de junio y un concierto de la soprano tolosarra Ainhoa Arteta en diciembre.

El coso se construyó hace un siglo, con un coste de 159.992 pesetas (961,57 euros), a iniciativa de un grupo de tolosarras aficionado a los toros. Y es que el gusto de Tolosa por los astados se remonta en el calendario hasta por lo menos 1549, cuando, según la documentación existente, ya se celebraban festejos taurinos en la plaza vieja del pueblo. De allí pasaron a la plaza nueva de la localidad, que data de 1703.

La plaza nueva "era un recinto cuadrado y los propietarios de las viviendas allí ubicadas cedían los balcones a los organizadores de las corridas", recuerda Ignacio Galarraga, socio de Toros Tolosako Zezenak. Esta sociedad privada se encarga desde 1996 de explotar el actual coso taurino, si bien el inmueble es de propiedad municipal desde el año 1914.

La 'petite' Monumental

El caso es que en 1903 se estrenó el primer recinto taurino de Tolosa diseñado exclusivamente como tal y firmado por el arquitecto Alejandro Múgica, aunque el resultado final no fue exacto al planificado por éste en un principio. Múgica había ideado una plaza clásica, con tendidos y una planta de gradas y palcos colocada a continuación. Sin embargo, a la hora de la construcción, tal vez por un fallo de cimentación, tal vez por ahorrar terreno, se optó por ubicar la planta de gradas y palcos sobre parte de los tendidos, según explica Galarraga.

"En cualquier caso, lograron dos efectos: prácticamente dos tercios de la plaza tienen aforo cubierto y el coso es muchísimo más bonito", subraya el socio de Toros Tolosako Zezenak. Y añade que hay quien ha denominado la plaza tolosarra como la petite Monumental, en alusión a su "parecido" con la madrileña Monumental de las Ventas.

La Plaza de Toros de Tolosa ha tenido "muchos altibajos", reconoce Galarraga. Los peores años fueron los de la Transición. Aún así, presume de haber contado con primeras figuras como Antonio Ordóñez, El Cordobés, Curro Romero y Antoñete. El coso tolosarra ha aplicado además desde siempre el principio de la multifuncionalidad, de manera que, junto a las corridas de toros, ha acogido grandes pruebas de deporte rural, sin olvidar que es uno de los escenarios del famoso Carnaval de la localidad. "Ha albergado actos muy variados, desde un mitin de Santiago Carrillo a principios de los años treinta hasta un espectáculo de patinaje sobre hielo en los ochenta", rememora Galarraga.

Con estos recuerdos, la plaza de toros celebra su centenario. Hoy mismo tendrá lugar en el coso el séptimo encuentro de recortadores, mientras que el 27 de junio la Banda Municipal interpretará pasodobles compuestos por tolosarras. El sábado 28, los diestros César Rincón, Manolo Caballero y Antonio Ferrera lidiarán astados de Alcurrucén. Al día siguiente, corrida goyesca a cargo de Francisco Rivera Ordóñez, El Juli y Francisco Marco. El programa conmemorativo continuará el 25 de octubre con una jornada de deporte rural. El broche de oro lo pondrá la soprano Ainhoa Arteta el 22 de diciembre con un concierto en el Teatro Leidor.