El FMI premia las reformas de Lula con un crédito de 9.300 millones de dólares
El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó en la madrugada de ayer un desembolso de 9.300 millones de dólares (7.842 millones de euros) para Brasil. Esta cantidad forma parte de un acuerdo más amplio, por valor de 22.800 millones de dólares, que el Gobierno de Brasil suscribió en septiembre de 2002, cuando aún estaba en el poder el anterio presidente, Fernando Henrique Cardoso.
El organismo señala en un comunicado que el país ha alcanzado las metas previstas para lograr este crédito y que el Ejecutivo de Luiz Inácio Lula da Silva ha introducido incluso antes de lo previsto los programas de reforma fiscal y de pensiones. "Como resultado de estas políticas, los mercados financieros han seguido su evolución y Brasil ha recuperado el acceso a los mercados de capitales internacionales", señala Anne Krüger, directora del fondo. Para este organismo, los proyectos de fiscalidad y de pensiones remitidos al Congreso (que, entre otros aspectos, elevan la edad mínima para retirarse y exigen a los jubilados que paguen impuestos) contribuirán a reducir los desequilibrios fiscales y a eliminar los elementos que lastran el crecimiento del país.
El FMI subraya que es necesario que Brasil apueste firmemente por la estabilidad macroeconómica, basada en la disciplina fiscal y en la política monetaria. Asimismo elogia el comportamiento fiscal mantenido hasta la fecha, "que proporciona una gran seguridad de alcanzar el superávit previsto para 2003".
El Gobierno brasileño celebra la decisión del FMI. "Este préstamo es importante para estabilizar el proceso macroeconómico del país", señaló el ministro de Hacienda, Antonio Palocci.
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