Un país de pacifistas y realistas
El Real Instituto Elcano ha efectuado el pasado mayo su tercer barómetro de la opinión pública sobre la situación mundial, y cuyos resultados demuestran que "los españoles tienen unas convicciones profundamente pacifistas... pero también enormemente realistas".
Desde el anterior barómetro (febrero último; el primero se realizó en noviembre de 2002) la situación internacional ha tenido como principal problema la intervención armada de Estados Unidos y Reino Unido en Irak, apoyada en la ONU y la diplomacia por España y otros países.
El Instituto Elcano es una fundación privada, que se declara independiente, tanto de la Administración pública como de las empresas que la financian, y que se dedica a estudiar los intereses de España y de sus ciudadanos en la sociedad internacional.
Sobre el futuro de Irak, los españoles temen que se produzcan algunos escenarios no deseados, como podrían ser una guerra civil o las pocas posibilidades que dan a que se consolide en el país una democracia estable. Se sienten pesimistas respecto a las consecuencias del conflicto (aumento de la tensión en aquella región y de los atentados terroristas). Sin embargo, comparando las actuales respuestas con las de barómetros anteriores, creen que la situación internacional tiende a mejorar cada vez más.
La gran mayoría de la población española se ha manifestado de forma clara a favor de la paz. Según este sondeo, se rechaza el recurso de la fuerza militar para resolver los conflictos, a menos que se trate de una situación extrema, como sería el caso de que se cometiera un genocidio en algún punto del planeta Un 53% justificó en tal caso esas medidas extremas. Los porcentajes fueron un 43%, si existen armas de destrucción masiva en algún país; un 35% si hay desprecio de la legalidad; un 34% para evitar una guerra civil; un 32%, una dictadura, y un 30%, si existe una amenaza grave.
La reconstrucción de Irak
Tampoco admiten los españoles la acción unilateral bélica de carácter preventivo. No obstante, a este pacifismo declarado hay que añadirle un toque de realismo, toda vez que los consultados están de acuerdo en que España tenga un papel activo en la reconstrucción de Irak, tanto en ayuda humanitaria como en empresas que contribuyan con su trabajo a mejorar el país.
Curiosamente, y siguiendo esta dicotomía de pacifismo-realismo, los españoles parece que consideran que, con el conflicto, la imagen en el exterior ha empeorado. Pero por otro lado también se estima que España tiene ahora más poder que antes. Esta percepción, en una escala de 1 a 10, sube del 4,3 al 4,9. Y aún más, hasta un 42% de ciudadanos sostiene que este país debe aspirar a más.
En cuanto a las áreas geográficas del mundo en las que España debe tener más en cuenta la acción exterior, Europa se lleva la palma, pasando de un 73% en febrero a un 79% en mayo. La segunda área de interés es Iberoamérica, aunque a buena distancia, un 36%, y en tercer lugar figura EE UU (21%), lo que no es incompatible con el aumento de una valoración más negativa de ese país.
En cuarto lugar aparecen el Magreb y el Mediterráneo. (Hay que señalar que, para entender los porcentajes, en la pregunta que se formulaba se pedían las dos áreas prioritarias para la política exterior española). En cualquier caso, buena parte de la opinión pública estima que España reforzará las relaciones con EE UU y el Reino Unido una vez terminada la intervención en Irak.
Con la perspectiva que dan los tres barómetros del Instituto Elcano, se observa un alineamiento y una polarización ideológica respecto a la política exterior entre la derecha y la izquierda. Este fenómeno se observa claramente en el aumento de europeístas en la izquierda y en el rechazo a EE UU.
La valoración de los líderes y de Estados Unidos
ESTE BARÓMETRO DE ELCANO, al igual que los anteriores, se interesaba por la valoración que la opinión pública española daba a una serie de líderes internacionales. Por orden alfabético: el primer ministro británico, Anthony Blair; el presidente de Estados Unidos, George Bush;
el líder cubano, Fidel Castro; el presidente francés, Jacques Chirac;
el presidente de Brasil, Luiz Inazio Lula; el primer ministro israelí, Ariel Sharon; el canciller alemán, Gerhard Schröder, y el español Javier Solana, al frente de la política europea exterior y de seguridad.
Los dos resultados más llamativos son que el único aprobado de todos ellos es Solana, y el descenso notable de Castro tras las ejecuciones de disidentes que ordenó y las subsiguientes oleadas de protesta en Europa. El presidente de Cuba pasa de 3 a 1,8. En el anterior barómetro (noviembre de 2002), el porcentaje de ciudadanos que daba
un cero a Castro era del 17%; ahora, en mayo último, es más del doble:
el 39%. Si se analizan estos resultados por los apoyos obtenidos según el espectro político, en las personas que se definen de izquierda la valoración baja del 3,7 al 2,1; en el centro pasa del 2,7 al 1,7, y en la derecha, del 2,2 al 1,5.
Lula mantiene su alta valoración respecto a barómetros anteriores,
y no sufren variaciones Chirac y Schröder. Sharon conserva una estimación muy mediocre, mientras que Blair entra en un descenso imparable: 4,7 en noviembre, 3,5 en febrero y 3,2 en mayo. Por lo que se refiere a Bush, el presidente estadounidense toca fondo con un cero virtual.
La opinión de los españoles sobre Estados Unidos tras el conflicto bélico en Irak ha cambiado sustancialmente respecto a febrero. La valoración positiva de ese país ha descendido del 39% al 33%, en tanto que la negativa ha subido del 52% al 61%. Por ideología, el resultado se mantiene estable entre la derecha, favorable en torno a un 60%, mientras que en la izquierda se desploma al pasar del 28% al 10%. Un 22% de los preguntados sigue considerando "deseable" el poderoso liderazgo norteamericano, pero los que estiman que es "indeseable" han avanzado de un 62% a un 69%; del 78% al 90% en la izquierda y retrocedido del 46 al 38% en la derecha.
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