Lleida mantiene abierta la negociación para incorporar a ERC al gobierno

El socialista Antoni Siurana presidirá el Ayuntamiento de Lleida durante los próximos cuatro años a pesar de haber perdido la mayoría absoluta. Siurana, candidato de la lista más votada (20.180 votos), fue proclamado ayer, por séptima vez, alcalde de la ciudad con los votos de los 10 concejales de su grupo y los 3 de ICV, formación con la que ha suscrito un pacto de gobierno para el próximo mandato. Los representantes de los otros tres grupos (CiU, PP y ERC-EV) votaron a sus respectivos candidatos. La misma noche electoral, tras confirmarse el retroceso del PSC en Lleida (pasó de 14 escaños a 10), Siurana ofreció un pacto tripartito a ICV y ERC-EV para formar un gobierno de izquierdas y estable, ya que sólo la suma de los votos de las tres formaciones le puede proporcionar un mandato con mayoría absoluta. Sin embargo, las intensas negociaciones llevadas a cabo desde entonces sólo han fructificado con el grupo ecosocialista, mientras que los republicanos continúan sin aclarar si se incorporarán a la coalición progresista.

El portavoz del grupo independentista, Xavier Sáez, dijo en su discurso del pleno de investidura que no tiene prisa por pactar, que no quiere traicionar la voluntad de sus electores y que lo más importante no es que los 13 votos de Siurana se conviertan en 16, sino que en Lleida haya un verdadero gobierno basado en el diálogo y la participación. Entre otras muchas condiciones para incorporarse al equipo socialista, ERC pide tener responsabilidades en Cultura y Medio Ambiente, las mismas áreas que ha exigido ICV. Las negociaciones continuarán mañana.

La única anécdota en la constitución de la corporación, en la que figuran 16 caras nuevas, se produjo durante el recuento de las papeletas que los concejales habían introducido en una urna, cuando la suma de los votos no daba 27 sino 26 y el candidato Siurana sólo tenía 12 de los 13 previstos. Tras unos momentos de suspense, el sobre con el voto que faltaba apareció en la mesa presidencial debajo de la urna.

En el resto de las poblaciones importantes de la provincia, la nueva situación municipal refleja el fracaso electoral del PSC, que ha perdido sus principales feudos del Pirineo. Los pactos entre ERC y CiU han arrebatado a los socialistas alcaldías históricas, como las de Tremp y La Pobla de Segur (Pallars Jussà), La Seu d'Urgell (Alt Urgell) y Esterri d'Àneu (Pallars Sobirà). Mientras que todos señalan como principal responsable del descalabro al primer secretario, diputado autonómico y alcalde de Alt Àneu, Joaquim Llena, el partido echa las culpas de ello a la "falta de voluntad" de ERC, "que ha optado globalmente por pactar con opciones más conservadoras y rechazar en algunos casos la opción mayoritaria de los electores", y a CiU, porque "ha obviado cualquier tipo de acuerdo prefiriendo a otros compañeros no progresistas". Por su parte, los nacionalistas han arrebatado la alcaldía de Les Borges Blanques (Les Garrigues) a ERC y han perdido la de Tàrrega (Urgell) y Vielha (Val d'Aran).