La inestabilidad del Delta del Ebro
La oposición de CiU al impulso de cualquier trámite administrativo relacionado con el Plan Hidrológico Nacional hasta que se ejecute en su totalidad el Plan Integral del Delta del Ebro ha sido recibida en la Comunidad Valenciana como una auténtica puñalada. Pero Jordi Pujol ni siquiera alzó la pestaña cuando fue interpelado al respecto ayer durante su visita a Castellón.
"¿Quién aprobó el plan hidrológico?", preguntó. "El Congreso con los votos del PP y CiU", recordó. "¿Y por qué apoyamos una iniciativa del Gobierno, que tiene mayoría absoluta, y que puede tener un coste electoral para nosotros?", siguió. "Porque nosotros tenemos una política del agua y entendemos las aspiraciones de las regiones que necesitan agua ya que hay comarcas catalanas que tienen el mismo problema".
El apoyo de CiU al plan del Gobierno se tradujo en una serie de enmiendas, apuntó Pujol, entre ellas algunas encaminadas a defender el frágil ecosistema del Delta del Ebro. "Y el Gobierno, ahora, parece olvidar las modificaciones de ley que pactó con nosotros", señaló.
El presidente catalán insistió en la solidaridad que inspiró el apoyo de los nacionalistas catalanes al trasvase del Ebro y recordó el interés que siempre ha mostrado la Generalitat de Catalunya por recibir aguas de un afluente del Ródano. Pero también deslizó que "el delta es muy inestable".
Pujol negó vinculación entre la oposición al desarrollo administrativo del trasvase con las recientes elecciones autonómicas. "Las enmiendas se pactaron hace año y medio", dijo, "pero el agua es un asunto muy sensible y sólo se podrá abordar con tranquilidad cuando pasen todas las elecciones, las catalanes y las españolas".
