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Los policías locales acusados de encubrir una red de tráfico de drogas defienden su inocencia

Los agentes dicen que con Aído "hablaban de fútbol" y que no conocían a Rodríguez

El ex futbolista José Aído ha sido el único de los acusados en el juicio por tráfico de drogas que se celebra en la Audiencia de Málaga que ha reconocido su participación en los hechos. El tribunal escuchó ayer las declaraciones de los siete encausados restantes, entre ellos dos policías locales acusados de encubrir las actividades ilícitas de la red. Ambos reconocieron que conocían a Aído, pero afirmaron que su relación con él se limitaba a "hablar de fútbol". Del principal acusado, el ex inspector del Cuerpo Nacional de Policía Bernardino Rodríguez, dijeron que no lo conocían.

Los dos agentes de la Policía Local de Málaga están acusados de los delitos de encubrimiento y revelación de secretos. El fiscal, en su escrito de acusación, destaca la "estrecha relación personal" que ambos mantenían con José Aído, y basa la acusación de encubrimiento en una gestión que ambos realizaron a petición del ex fubolista, consistente en facilitarle información sobre un vehículo todoterreno que llevaba siguiéndole unos días y que resultó ser un vehículo camuflado de la Guardia Civil.

Ayer, ambos agentes negaron rotundamente conocer las actividades ilícitas de Aído, aunque sí reconocieron que mantenían una relación cordial con él, que en el caso de uno de ellos se remontaba a 30 años atrás, ya que ambos se movían por la zona de la barriada de El Palo. Los agentes reconocieron que solían acudir a la tienda de deportes que regentaba Aído en esta barriada "para charlar de fútbol y comprar alguna ropa deportiva", pero negaron haberle comprado droga, ya que, según dijeron, ignoraban "absolutamente" que el ex futbolista la distribuyera.

"Un porrazo"

En cuanto a la gestión que realizaron para averiguar datos sobre el todoterreno que seguía al ex futbolista en 1998, aseguraron que Aído les había pedido que localizaran al propietario del vehículo "diciendo que había tenido un porrazo con ese coche". Del principal imputado, el ex jefe del Grupo III de Estupefacientes del Cuerpo Nacional de Policía en Málaga, Bernardino Rodríguez, dijeron que no lo conocían. También negaron conocer al resto de los hombres que se sientan con ellos en el banquillo, excepto al empleado de Aído que trabajaba con él en la tienda de deportes.

El resto de la sesión se consumió con la declaración de los restantes imputados. El sobrino de Aído al que se acusa de colaborar con él en la distribución de drogas también defendió su inocencia. -El ex futbolista, que declaró en la primera sesión, ya le había exculpado, igual que al resto de los imputados excepto a Bernardino Rodríguez-. El joven únicamente reconoció que había ayudado "en una ocasión" a su tío a terminar de envolver unos paquetes de hachís de baja calidad que le había encargado el ex inspector para disimular la sustracción de otros paquetes iguales de polen de alta calidad que después vendieron. "No sabía lo que contenían los paquetes, no lo pregunté", manifestó.

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El resto de los acusados; el dueño de un taller mecánico de Antequera que supuestamente compraba droga al ex futbolista, el empleado de la tienda de deportes, un camarero y un joven de El Palo, también aseguraron que eran inocentes y negaron que se conocieran entre ellos. Algunos reconocieron ser consumidores de drogas, pero nunca traficantes. Al igual que los anteriores, negaron conocer a Bernardino Rodríguez, a quien el fiscal considera el cabecilla de la supuesta red.

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