El Rey pide en Bulgaria que se respeten las ansias de democracia de Irak
El rey Juan Carlos pidió ayer en Sofía, con ocasión de su primer viaje oficial al extranjero desde que comenzó la guerra de Irak, que se respeten los deseos iraquíes de democracia y progreso. "Las operaciones de estabilización en Irak continúan. En último término, la estabilidad descansa en el desarrollo de instituciones representativas que respondan a las ansias de democracia del pueblo iraquí y en la reconstrucción de su tejido económico y social. En esos ámbitos, nuestros países trabajan por el futuro de los iraquíes", dijo el Rey.
Don Juan Carlos pronunció estas palabras durante el brindis de la cena que le ofreció en Sofía Giorgi Parvanov, presidente de Bulgaria, país que, como España, es miembro del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y ha apoyado incondicionalmente las posiciones del presidente de Estados Unidos, George Bush, en este conflicto.
La primera jornada de los reyes en la capital de Bulgaria estuvo jalonada por expresiones de apoyo español al proceso de reformas que este país balcánico realiza con vistas a su adhesión a la Unión Europea, y por el esfuerzo para potenciar las relaciones culturales entre los dos países.
Don Juan Carlos y doña Sofía inauguraron en la Galería Nacional de Arte Extranjero una exposición del escultor gallego afincado en Nueva York Francisco Leiro, pero el acercamiento cultural entre España y Bulgaria tiene un aspecto más práctico y cotidiano, en la medida en que son ya 25.000 los búlgaros -sobre una población total de ocho millones- que estudian español. Parvanov expresó durante la cena el deseo de que se abra en Bulgaria un Centro Cultural del Instituto Cervantes.
Por lo que se refiere a las reformas en marcha, el Rey puso toda la experiencia española en materia comunitaria "a disposición" del país, cuyo talón de Aquiles de cara al ingreso en la UE es, según la Comisión Europea, un insuficiente desarrollo administrativo y judicial, que no le capacita para asumir las responsabilidades derivadas del ingreso.
Sin embargo, la atención de los medios de comunicación búlgaros en torno a la visita de los reyes de España se centra en un aspecto más doméstico. Tratan de saber si, por haber tenido un pasaporte diplomático español, el primer ministro, Simeon de Sajonia Coburgo, amigo y familiar del rey, tiene o no la nacionalidad española, circunstancia que puede ser incompatible con la jefatura del Gobierno de Bulgaria. Debido a esa circunstancia, el primer ministro, que ayer ofreció un almuerzo oficial a la delegación española en pleno, renunció a la cena privada que había previsto con los reyes el domingo.
Se refirieron a este tema las dos preguntas que los periodistas búlgaros dirigieron a la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, tras el almuerzo que mantuvo con su homólogo búlgaro, Solomon Passi. La ministra respondió que "un pasaporte es únicamente un título de viaje".
Palacio tiene previsto participar hoy en Bruselas en las últimas jornadas de la Convención sobre el futuro de Europa. Será sustituida en el séquito real, que hoy se trasladará a Rumania, por la ministra de Sanidad, Ana Pastor.
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