Parker salva un duelo horrible

"Fue como un partido de los que se juega en Europa". Al francés Tony Parker no se le ocurrió otra comparación para describir lo que fue el tercer partido de la final de la NBA. Mala consideración tiene del baloncesto del viejo continente. El San Antonio Spurs venció 84-79 al New Jersey Nets y se adelanta 2-1 en la serie. Pase lo que pase, cuando la serie concluya y sea quien sea el campeón, esta eliminatoria va a ser recordada más por los hitos negativos que por otra cosa. El tercer encuentro ha dejado una de las anotaciones más bajas de la final, el peor registro en un descanso, menos puntos de un equipo en un cuarto, 35 pérdidas de balón.

Así es muy difícil ver un buen partido. No es sorprendente. Los Spurs no se han destacado durante la temporada por realizar un juego vistoso. La defensa es su bandera y el problema le llega al otro lado de la cancha, cuando hay que encestar. Los Nets aún no han podido superar los 90 puntos en la serie, su porcentaje de tiro en la final está por debajo del 40%, la defensa en zona es una tortura ante la que no encuentran remedio. Tener el balón en esta eliminatoria es un marrón. Lo divertido siempre había sido atacar, pero, al menos en esta final, no lo parece.

En medio de un paisaje tan árido, aparece algún oasis. Tony Parker, por ejemplo. El base del San Antonio Spurs se ha convertido en protagonista de esta final. En el tercer encuentro fue el máximo anotador del partido con 26 puntos. Como ya sucedió en el primer enfrentamiento, Jason Kidd se vio superado por el francés. Su peso en el equipo cada vez es mayor y su sincronización con Tim Duncan gana precisión día a día.

Está por ver, eso sí, en qué posición hay que colocarle. Un escolta en el cuerpo de un base, a veces da la impresión de que es el propio Duncan quien se ocupa más que él de poner orden en el ataque de los Spurs. Un joven de 21 años que se siente más cómodo como anotador que como director de orquesta. Si consigue conjugar ambas cosas, Parker se convertirá en uno de los mejores bases de la liga. A pesar de sus errores en los tiros libres en el último trago del partido, su cuarto período fue de nota.

Como siempre, Duncan volvió a ser decisivo. Aunque la defensa de su rival sea aceptable, la estrella de los Spurs va a culminar los partidos con número extraordinarios. A los Nets no les queda otra cosa que admitirlo. 21 puntos, 16 rebotes, siete asistencias y tres tapones como el que no quiere la cosa. Kenyon Martín, el antídoto que intenta aplicarle los Nets, hace lo que puede ante un jugador de una dimensión enorme. Y como siempre, en los Spurs, la misma sensación: Emmanuel Ginobili tendría que tener más peso en esta plantilla. El argentino le da un toque de improvisación e imaginación al juego que se echa de menos en un equipo tan prefabricado. En un partido a la europea, dos de los mejores jugadores fueron nuevamente un francés y un argentino formado en Italia.