La sutileza de Chavela se 'enfrenta' al metal de Iron Maiden

Continúa el desfile de viejas glorias del rock, que en menos de mes y medio campan a sus anchas por Madrid, donde han encontrado como una especie de reserva. Si el delirio comenzó con el Boss, Bon Jovi y el estruendo demoniaco de Marilyn Manson con todo el Festimad detrás, esta semana le toca a Iron Maiden, uno de los grupos favoritos del heavy metal. También contundentes son los californianos NOFX, aunque puede haber reposo, sosiego y sutileza gracias a Javier Ruibal o Chavela Vargas.

- Rock sin riesgos. Madrid es conservador hasta para el rock. Llena siempre que se trata de una vieja gloria del género y poco cuando la propuesta es novedosa e interesante. Los ejemplos son los recientes éxitos de los conciertos de Springsteen y Bon Jovi o que desde hace mucho tiempo no queden entradas para el que celebrarán los Rolling Stones en menos de veinte días. Ahora son los británicos Iron Maiden los que cuentan esta vez con los favores del público.

Aunque han anclado su sonido en lo que inventaron hace años -el heavy metal circense-, los Maiden siguen siendo una banda divertida. Tras continuos cambios en su formación, el gran Bruce Dickinson se ha vuelto a hacer con los mandos y para su regreso a Madrid, esta vez a Carabanchel, uno de sus barrios naturales, hay un nuevo aliciente: además de sus éxitos de siempre, recogidos en su ultimo recopilatorio, Eduard The Great, van a adelantar algunas de las canciones de su próximo disco, previsto para la vuelta del verano.

La respuesta sonora al heavy metal de Iron Maiden lo ponen los californianos NOFX, que a mediados de los ochenta, con otras bandas paisanas, recuperaron el espíritu de las británicas de los setenta y volvieron a poner el punki de actualidad. Pero puede haber rock que al mezclarse con corrientes más contemporáneas, como la electrónica y la tecnología digital, suenen nuevos sin perder contundencia y rebeldía. Es el caso de Underworld.

La propuesta de rock de esta semana se completa con la diversión de The Libertines; además de, por parte española, los asturianos Dr. Explosion, aún más divertidos y corrosivos, y los andaluces El Hombre Gancho, seguidores de la escuela instaurada en España con Calamaro al frente de Los Rodríguez, escuela que también siguen Los Bueyes Perdidos, que hace tres semanas se alzaron con el 2º puesto en el Trofeo de Rock Villa de Madrid. Más poperos suenan Cooper, el nuevo grupo de Alex Díaz, que durante años lideró el grupo mod leonés Los Flechazos.

- Con el jazz a otra parte. En los últimos años, Galapagar era famoso por su espléndido festival de jazz, Galapajazz, que había entrado en los circuitos internacionales contratando a estrellas mundiales. El inminente cambio en el gobierno municipal, fruto de las recientes elecciones, ha traído consigo las primeras consecuencias. El desacuerdo entre el equipo saliente y el entrante ha provocado que el Festival de Jazz se traslade a la vecina localidad de Collado Villalba y, por consecuencia, cambie de nombre.

Este año se llamará Fresquito Jazz, empezará a primeros de julio y contará con las mismas estrellas que estaban previstas para el Galapajazz; es decir, titanes como The Roots, Solomon Burke, Rufus Thomas o el ex Rolling Stones Bill Wyman. Todo ello se va a presentar esta semana con un concierto en Suristán ofrecido por el gran pianista Cebollita y Las Estrellas del Jazz Afrolatino.

Y el jazz de nivel sigue sonando esta semana gracias al pianista Adrián Iaies, que va a pasar la semana entera en Calle 54 para presentar con su cuarteto su reciente disco Round Midnight y otros tangos, donde se miran el jazz y el tango de manera natural sin que la cosa suene a fusión o mestizaje. En el Café Central será el baterista suizo Gilbert Paeffgen el que pase la semana dándole al jazz ciertos toques de la música popular suiza, que consigue a través del hammered dulcimer, un instrumento tradicional de su país que comparte con la batería. Además, con Dukaband se cumple hoy el segundo lunes que el Café Berlín dedica a la música de las big bands americanas de los años cuarenta y cincuenta.

- Melodía y encanto. La mexicana Chavela Vargas se aparece como la gran señora que esta semana acude al ciclo Madrid En Canto del teatro Albéniz. Chavela dijo en la presentación del ciclo que ella era una "pésima cantante", pero algo debe de tener para que tanta gente se prenda de su encanto. Canta con el corazón y eso se trasmite.

Por el mismo lugar pasa también esta semana el gaditano Javier Ruibal, un hombre más acostumbrado en Madrid a tocar en bares pequeños. Así que para él es un reto actuar en un teatro, con el público sentado. Para la ocasión no será sólo su inseparable guitarrista Tito Alcedo el que ocupe el escenario con él, sino que lo hará acompañado también de un gran grupo formado por el contrabajista Víctor Merlo, el baterista Guillermo McGill y el violinista David Moreira.

Pero encanto también hay en la propuesta de dos brasileños bien distintos, el cantautor y guitarrista Leo Minax y el percusionista Rubem Dantas, que pasará a la historia por haber sido el que introdujo el cajón a los instrumentos del flamenco cuando acompañaba a Paco de Lucía en los años sesenta.

Completan el apartado de música sutil para degustar con atención el fado de la portuguesa Mariza; la propuesta de la aragonesa Carmen París, que sigue dejando boquiabierto con los hallazgos de Pa'mi genio, su disco de debú, y las nuevas canciones de la alicantina Inma Serrano, recogidas en un disco doble, Soy capaz & Pequeñas cosas -el cuarto álbum de su carrera-, que presenta por dos noches en dos garitos diferentes.