IU pedirá, si gestiona Medio Ambiente, el cierre de la incineradora de Valdemingómez
El Ayuntamiento de la capital replica que la clausura carece de fundamento técnico
Fausto Fernández, coordinador regional de IU, aseguró ayer que si su formación gestiona la Consejería de Medio Ambiente en el próximo Gobierno regional instará al Ayuntamiento de Madrid a que cierre la incineradora de Valdemingómez. IU siempre ha defendido que este horno, donde se queman los residuos que ya no pueden ser reciclados, "no tiene justificación ni sentido". El concejal de Medio Ambiente en funciones, Adriano García-Loygorri, arremetió contra la propuesta de IU. "El cierre es muy difícil de llevar a cabo y Fernández lo propone sin ningún tipo de informe técnico", critica.
La incineradora de Valdemingómez, cuyo nombre técnico es planta de valorización energética, pertenece al centro de tratamiento de residuos Las Lomas y está ubicada en el distrito de Villa de Vallecas, a 18 kilómetros del centro de la capital y muy cerca de la localidad de Rivas. En esta incineradora se queman al día 800 toneladas de rechazos, es decir, de residuos que no se pueden reciclar ni convertir en compost y que, después de ser incinerados, se convierten en energía eléctrica. La incineradora es propiedad del Ayuntamiento de Madrid, aunque está gestionada por una empresa privada: Tirmadrid. Sus chimeneas son fuente de emisión a la atmósfera de dioxinas, algo que ha sido siempre motivo de preocupación para los vecinos de la localidad de Rivas y de los distritos de Villa y Puente de Vallecas y de Vicálvaro.
Fausto Fernández ya batalló contra la incineradora de Valdemingómez cuando era alcalde de Rivas. Ahora, IU está negociando con el PSOE la formación del próximo Gobierno regional y Fernández pretende que la coalición asuma, entre otras posibilidades, la Consejería de Medio Ambiente. Si finalmente fuese así, el coordinador regional de IU sacaría adelante una de las propuestas que han abanderado el proyecto medioambiental de la coalición de izquierdas: el cierre de la incineradora.
"Buscaré una solución acordada con el Ayuntamiento de la capital para cerrar el horno de incineración de Valdemingómez. El mantenimiento de esta infraestructura no tiene justificación ni sentido en un momento en el que la recogida selectiva de residuos es cada vez mayor", señaló Fernández a Europa Press. "Es una salida [la incineración de residuos] que se dio hace mucho tiempo y es la última incineradora que se ha montado en el país", añadió el dirigente de izquierdas. IU aboga por clausurar la incineradora y transformarla en un centro integral de reciclaje.
Pero en el caso de que IU logre hacerse cargo de la Consejería de Medio Ambiente, Fernández tendrá que negociar con el Ayuntamiento de Madrid, donde el PP ha conseguido la mayoría absoluta, ya que la competencia de cerrar la incineradora compete al Consistorio de la capital. De momento, el concejal de Medio Ambiente en funciones, Adriano García-Loygorri, tachó ayer de "propuesta sin fundamento técnico" el proyecto de IU. "Es imposible cerrar la incineradora porque ahí se quema todo lo que ya no se puede reciclar por mucho que se quiera. Además, hay un contrato vigente con la empresa que lo gestiona y romperlo supondría para el Ayuntamiento un coste que no podría afrontar", señaló el edil.
Emisión de dioxinas
Tirmadrid tiene contrato con el Consistorio hasta 2013 (20 años después de la fecha de recepción de la planta), aunque la empresa ha pedido una prórroga hasta 2020. Esta petición fue denunciada hace dos meses por el PSOE, que considera que el contrato no debe ir más allá del 2013. Tirmadrid recibe 18 millones de euros anuales del Ayuntamiento.
García-Loygorri argumentó también que las emisiones de dioxinas de la incineradora están "muy por debajo" de los límites autorizados por la normativa europea. Además, según el concejal, los estudios realizados sobre la calidad del aire y de los suelos en el entorno de la planta no registran concentraciones de dioxinas superiores a los existentes en 1995, antes de ponerse en marcha la planta.
Una alternativa a la incineradora sería que los residuos que en ella se queman se tirasen al actual vertedero de Las Dehesas.
Fuentes municipales señalaron que esta opción es inviable porque el vertedero tiene una vida de 30 años y, si recibiese más basuras, agotaría su espacio mucho antes. A medida que se van llenando las celdas de basura de este vertedero, los técnicos las sellan y extraen el metano que queda en el interior.
Este mismo proceso de desgasificación es el que estableció el Ayuntamiento en el antiguo vertedero, que cerró en 2000 y sobre el que ahora se levanta un parque forestal.
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