'Botellón' en Chamartín
Hace más de un año que vivo rodeado de botellones. Y no vivo en el centro. En las diminutas zonas verdes de mi calle y de la contigua contamos, de lunes a domingo, con grupos de jóvenes (algunos menores) bebiendo alcohol, fumando hachís y esnifando cocaína sobre los sillines de sus ruidosos ciclomotores. A plena luz del día y hasta la madrugada. Peleas de borrachos, eructos, gritos, orín, suciedad...
No vivo en el centro, vivo en la calle San Julio ( Chamartín) y no puedo dormir. Debo de haber llamado a la policía más de veinte veces. No ha acudido ni una sola. Ya me da la risa cuando me dicen "enviamos un patrulla". Al menos podrían no mentir y decirme: "Lo siento, señor. Sopórtelo como pueda, que no vamos a ir". La última vez, el policía que atiende me indica que lo que debo de hacer es denunciar a ¡la Policía Municipal por no ir!
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