Las protestas desafían al presidente Toledo en Perú
Miles de manifestantes protestan contra la declaración del estado de emergencia
El Gobierno del presidente de Perú, Alejandro Toledo, se enfrenta con gran debilidad y escasa credibilidad a su mayor crisis política. Mientras el régimen busca salidas a los múltiples conflictos, el martes miles de trabajadores salieron a las calles desafiando la declaración del estado de emergencia.
Los principales analistas opinan que la crisis -caracterizada por protestas generalizadas que motivaron la entrega del orden público a las Fuerzas Armadas-, pasa por una recomposición del gabinete ministerial. Pero el Gobierno aún no da muestras de tomar esta decisión. En cambio, ha convocado a los líderes políticos y gremiales para reactivar el Acuerdo Nacional, una plataforma programática de consensos que se reunió el lunes. La primera recomendación de todos los asistentes fue pedir a gremios y gobernantes que negocien para resolver una huelga de maestros que llega a su cuarta semana, en busca de aumentos salariales y beneficios laborales.
"Que Dios nos ayude para que todo se desarrolle dentro de un marco de tranquilidad", fueron las desesperadas palabras del ministro de Interior, Alberto Sanabria, horas antes de la jornada nacional de protesta para exigir el levantamiento del estado de emergencia y la solución a la huelga de maestros.
Treinta mil personas entre maestros, estudiantes, agricultores y trabajadores en general, salieron el martes a las calles limeñas, mientras que en ocho ciudades en el interior del país se cumplían los paros convocados por los Gobiernos regionales. Contra lo esperado, la marcha fue multitudinaria y pacífica, pero el saldo para el Gobierno sigue siendo negativo, pues reveló su falta de autoridad.
Y es que el Gobierno ha vuelto a dispararse a los pies, al decretar el estado de emergencia y darle el control interno al Ejército frente a las manifestaciones a nivel nacional de las últimas semanas. Toledo recurrió a una medida extrema antes de agotar el diálogo.
"Esta decisión ha transformado reclamos y movimientos gremiales y sectoriales en regionales. El conflicto regional ha subsumido al gremial, aumentando su intensidad, sumado al rechazo al estado de emergencia", dice el analista político Alberto Adrianzén.
Para el ex líder sindical y ahora congresista opositor, José Luis Risco, las protestas de los gremios en el marco de un estado de emergencia no son una trasgresión a las normas, sino la expresión lógica ante la falta de solución a sus demandas. "No se está tratando de hacer subordinación civil, ni de atacar el sistema democrático; lo que quieren los trabajadores es que se resuelvan sus problemas y que el estado de emergencia sea suspendido", dijo Risco a Radio Programas del Perú.
Por su parte, Juan José Gorriti, secretario general de la Confederación General de Trabajadores de Perú, dijo que "los trabajadores no están desafiando el estado de emergencia, sino que esa medida es un desafío a la democracia".
Ni la intermediación del obispo de Chimbote, Luis Bambarén, logró la tregua por parte del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Perú (SUTEP). Al término de la larga reunión, Bambarén, designado como mediador, anunció la formación de un tribunal de honor con representantes de las asociaciones de padres, la Iglesia y maestros para renegociar los acuerdos. El secretario general del SUTEP, Nilver López calificó la reunión con el obispo del lunes de "protocolaria" y aseguró que en la medida en que se encuentren soluciones a las demandas, "la huelga será levantada".
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