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Alarma en Bélgica por el envío de polvo tóxico al primer ministro

Gabriela Cañas

La Sociedad Islámica Internacional, una organización desconocida hasta ahora, sembró ayer la inquietud en Bélgica al enviar al primer ministro, a las embajadas de Estados Unidos y del Reino Unido y a otras instancias oficiales una decena de sobres que contenían polvos tóxicos. El envío, efectuado siempre por una misma persona, obligó a hospitalizar a dos individuos con carácter preventivo aquejadas de irritación en los ojos, la piel y la garganta. Las primeras investigaciones no descartaban ayer una estrecha relación con el juicio que se sigue en Bélgica contra 23 presuntos miembros del grupo terrorista islámico que supuestamente organizó el asesinato del líder guerrillero opositor al régimen talibán Ahmed Sha Masud pocos días antes del 11 de septiembre de 2001.

Dos de los sobres fueron enviados, precisamente, al Palacio de Justicia de Bruselas, donde se sigue el juicio de la presunta red terrorista. Otro sobre fue a parar a la Embajada de Arabia Saudí y otro más al aeropuerto de Ostende, el mismo que registró más de doscientas escalas estadounidenses rumbo a Irak durante la pasada guerra en virtud de un acuerdo bilateral secreto que permite a EE UU usar las instalaciones y el cielo aéreo belgas sin necesidad de declarar el contenido de la carga.

Las autoridades sanitarias, que en principio creyeron que el contenido de los sobres era ántrax, revelaron después que se trataba de un derivado del arsénico utilizado como matarratas y de hidracina, un compuesto utilizado para los motores de los cohetes. También aseguraron que la cantidad contenida en los envíos era insuficiente para ser considerada peligrosa para la salud. Las dos hospitalizaciones se llevaron a cabo por mera precaución en razón, una de ellas, de que se trataba de una mujer embarazada que abrió el sobre dirigido al director del aeropuerto de Ostende.

Ambas sustancias producen irritación de la piel, los ojos y la garganta y también problemas respiratorios. Son síntomas todos ellos que generalmente desaparecen con el tiempo sin necesidad de tratamiento médico adicional.

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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