Lluís Llach afirma que la derecha española "no es civilizada"
El cantautor catalán inicia hoy una tanda de cuatro recitales en el Albéniz de Madrid
Lluís Llach regresa esta noche a un escenario madrileño tras dos años de ausencia de la capital. La cita es en el teatro Albéniz a las 21.00, desde hoy y hasta el domingo, y la excusa, la presentación de su último trabajo discográfico, Jocs (BMG-Ariola), y su versión en DVD filmada en directo en el Liceo barcelonés. Al comentar una de las canciones insignia del disco, Neofachas globales,el cantautor afirma que la derecha que representa el PP "no es civilizada".
Estos cuatro recitales en Madrid marcan la recta final de una larga gira peninsular del cantautor catalán, con más de 50 actuaciones, que concluirá en Benidorm el 12 de julio. Paralelamente, Lluís Llach presentará en el Teatre Nacional de Catalunya, de Barcelona, entre el 19 y el 22 de junio, con todas las entradas agotadas, una nueva revisión de tres de sus obras más emblemáticas (Viatge a Itaca, Verges 50 y Un pont de mar blava) bajo el título global de Tríada.
"Nunca he dejado de trabajar fuera de Cataluña, pero este año quise enfocar la cosa de forma diferente y nos lanzamos a batir el terreno por toda la Península", dice el cantautor. "La experiencia", explica, "ha sido muy rica. Además de la amabilidad de la gente, he constatado una gran generosidad cultural, pero, al mismo tiempo, he notado una cierta molestia cuando se aborda la realidad catalana actual. Cuando vine a Madrid en 1969, y después en 1971 o en 1975, decía que era catalanista y de izquierdas, y miles de personas me aplaudían. Ahora ya no lo digo. Por un lado, ya lo sabe todo el mundo y, por el otro, la gente parece estar cansada de oírlo. Y no es un problema de partidos o de coyuntura, sino de cultura. Eso se nota, yo lo noto. Entre aplausos y bravos, pero lo noto".
Llach habla de la problemática social con apasionamiento, el mismo que pone al colocar sus canciones, como ha hecho recientemente, al lado de propuestas antibelicistas o a favor de la plataforma Nunca Máis. "No tengo soluciones, sólo me dedico a la música", afirma con una sonrisa algo malévola del que sabe que sus palabras tienen siempre dobles lecturas.
Pese a este poco creíble alejamiento de lo político, una de las canciones insignia de su último trabajo se titula Neofachas globales. "Aquí no tenemos una derecha civilizada. Nuestra derecha siempre ha estado al servicio de los intereses económicos más carcas y reaccionarios. En la transición esperábamos que la derecha hiciera autocrítica, pero no sólo no la hizo, sino que cuando ha tenido la mayoría absoluta se ha lanzado a la caza de sus antiguos objetivos y aún no ha parado".
Llach llega a Madrid en un momento de cambios políticos. "El teatro Albéniz estaba en manos del PP y, supongo que por mi influencia, a partir de ahora será del PSOE. Inauguro una nueva etapa, pero no creo que eso cambie la sonoridad del local", bromea.
Babelia
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