El Mediterráneo y el Caribe se dan la mano en Madrid En Canto

Hispanoamérica y España vuelven a estar unidas por la canción. Así se desprende del cartel que este año ha elegido la Consejería de las Artes para la tercera edición de Madrid En Canto. La mexicana Chavela Vargas aparece como la más carismática de las estrellas. A su lado deslumbran los aires sureños de Javier Ruibal, los catalanes de Lluís Llach, los uruguayos de Jorge Drexler y la fusión de boleros de la cantante cubana Lucrecia con el pianista gaditano Chano Domínguez.

Junto a Teresa Vico, la directora del teatro Albéniz, donde se desarrollará todo el programa desde mañana hasta el día 21, una locuaz Chavela Vargas, escoltada por Lucrecia y Javier Ruibal, presentaron ayer las intenciones y el cartel de la nueva edición de Madrid En Canto. Toda personalidad, simpatía y ternura, Vargas acaparó la conferencia de prensa narrando anécdotas de su intensa vida, plagada de aventuras que iban desde su paso por la guerrilla salvadoreña hasta sus relaciones (malas) con el subcomandante Marcos, cabeza visible del movimiento zapatista en la selva de Lacandona, en Chiapas (México).

"Quienes sostenemos al mundo, que ahorita vive desconcertado, somos los artistas", afirmó para ensalzar a sus compañeros de cartel. "Damos sensación de paz, agarramos al público para hacerle llorar un poco; pero en vez de lágrimas, para que salgan de los conciertos con diamantes en los ojos".

A su lado, Ruibal confesó la admiración profunda que le profesa a Chavela y quiso destacar que tanto ella como el resto de los artistas del programa "comparten el amor por la tradición musical y cultural con cada uno de sus orígenes".

Cierto es que durante la presentación, los tres artistas hablaron sobre todo de emoción, que ellos expresan en música y canciones, por encima de otras consideraciones. Vargas volvió a explicar por enésima vez el origen de su más afamada canción, Macorina, recordando que cuando vino por primera vez a España, estaba prohibida pues se consideraba pornografía eso de "ponme la mano aquí, Macorina". Repasó historias sucedidas a raíz de su éxito, como cuando fue adoptada como himno de la guerrilla salvadoreña: "Estuve con los guerrilleros en una época maravillosa, cuando [la guerrilla] la componían universitarios, escritores y hasta hijos de la jet set. Me llevaron con los ojos vendados los propios guerrilleros que eran hijos de íntimos amigos míos".

Lucrecia reseñó que su concierto con Chano Domínguez, basado en boleros clásicos tocados al piano solo, "está pensado para emocionar", y que ése "debía ser siempre el objetivo de la música". El cartel lo completan el ampurdanés Lluís Llach, con el que se inicia mañana el ciclo, y el uruguayo Jorge Drexler, pero ninguno de los dos pudo asistir a la presentación.

Madrid En Canto. Teatro Albéniz. Consultar cartelera.