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EL TERRORISMO VUELVE A GOLPEAR

1.000 vecinos entierran en su pueblo al policía Bonifacio Martín

Sanchorreja (Ávila) se movilizó contra el terrorismo desde el viernes

Sanchorreja, el pueblo natal de Bonifacio Martín Hernández, donde había nacido hace 56 años, despidió entre escenas de dolor y lágrimas a su paisano, asesinado por la banda terrorista ETA. Más de 1.000 personas le dieron el último adiós en el pueblecito de la Sierra de Ávila, situado a 20 kilómetros de la capital y en el que se encuentran censados 140 vecinos, que han vivido con consternación el atentado y sus consecuencias.

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"¡Viva Boni!", fue uno de los gritos de despedida que, de manera espontánea, ofrecieron los vecinos tras la ceremonia religiosa y antes de que los asistentes ovacionasen su memoria y de que sonara el himno nacional y una marcha fúnebre, interpretados por la banda del Cuerpo Nacional de Policía.

La urna con las cenizas del agente asesinado permaneció en la iglesia junto a la gorra de uniforme, escoltada por la enseña nacional y la bandera de la policía, tras lo que fue trasladada al cementerio por la esposa del funcionario asesinado.

La ceremonia celebrada en la pequeña iglesia de San Martín, que no pudo acoger a todas las personas que acudieron, se celebró a las 12.30 horas de ayer, cuando llegaron hasta Sanchorreja las cenizas del agente, portadas por su esposa, Carmen, y sus hijas, Leticia y Ana, además de otros familiares y amigos.

Oficiaron la misa el vicario general de la diócesis, Fernando Gutiérrez, y el párroco de la localidad, Remigio Regidor. El primero subrayó que Bonifacio Martín ha sido "una nueva víctima del odio y la violencia que llena de dolor a la sociedad española" y reclamó a familiares y amigos "superar el dolor y el odio", a la vez que apeló a la fe "para construir un mundo en paz".

Las imágenes de dolor se han sucedido en Sanchorreja desde que se conociera la noticia del atentado el viernes por la tarde.La voz "ETA ha asesinado a Boni" corrió como la pólvora entre los vecinos. El Ayuntamiento -cuya alcaldesa en funciones, María Rosa Herráez Martín (del PP), es sobrina del asesinado-, decretó tres días de luto, y el sábado por la tarde se celebró un homenaje. Entre velas y flores silvestres, los vecinos recordaron al agente con el poema de Blas de Otero ¿Yo entre álamos y ríos? Bonifacio Martín era muy aficionado a salir a pasear por las dehesas de la Sierra de Ávila. Tras la lectura del poema, se guardó un minuto de silencio y los vecinos se manifestaron con pancartas que decían "ETA, asesinos" y "Boni, Sanchorreja te quiere".

Los vecinos del pueblo, que no alcanzan a comprender el asesinato, destacaron ayer del agente, que era "un hombre muy bueno y querido", y que "quería mucho a su pueblo", al que acudía en cuanto disponía de unos días libres.

Bonifacio Martín se marchó de Sanchorreja a los 21 años para hacer el servicio militar. Luego ingresó en la policía y fue destinado a Pamplona, donde contrajo matrimonio y tuvo dos hijas.

Al funeral acudieron el director general de la Policía, Agustín Díaz de Mera; el delegado del Gobierno en Castilla y León, Isaías García Monge, y el jefe superior de Policía en la comunidad autónoma, Segundo Martínez, además de otros representantes institucionales, alcaldes de la zona, y numerosos compañeros.

Los restos mortales del otro agente asesinado en Sangüesa, Julián Embid Luna, descansan desde el sábado por la tarde en el cementerio de la localidad zaragozana de Saviñán, de la que era natural. El sepelio se inició con el rezo de un responso en la iglesia de Saviñán, que fue presidido por el obispo de Tarazona, Carmelo Borobia, y el delegado del Gobierno en Aragón, Eduardo Ameijide.

Luego, unas 1.500 personas se dirigieron a pie al cementerio, donde fue enterrado Embid. Según señaló la alcaldesa, Dolores Campos, del PP, se trató de un acto "multitudinario y sentido", ya que toda la localidad se encuentra "afligida, acongojada y apesadumbrada". Embid residía en Cizur Mayor (Navarra), acudía habitualmente a su localidad natal. Tanto la población como las autoridades arroparon a la esposa del policía nacional asesinado, a sus dos hijos y al resto de los familiares presentes en el entierro.

Vecinos de Sanchorreja desfilan en protesta por el asesinato del policía Bonifacio Martín.
Vecinos de Sanchorreja desfilan en protesta por el asesinato del policía Bonifacio Martín.EFE

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