Mendieta aguanta al Barça
El centrocampista arma el juego azulgrana y apuntilla al Málaga
Apareció felizmente Mendieta y el Barcelona insistió en reclamar una plaza para la próxima edición de la Copa de la UEFA. A tono con el partido de ayer, igual la atrapa que se queda fuera. Valencia y Celta, los dos rivales que le quedan, tienen más equipo que el Málaga, que pasó de puntillas por el Camp Nou, pendientes como están los jugadores de sus honorarios, y sin embargo sólo un dedo meñique le separó del empate. Ocurre, sin embargo, que al Barça le quedan aún futbolistas para resolver un par de partidos más. El revulsivo de anoche fue Mendieta, que armó el primer gol y marcó el segundo después de llenar la primera parte y ser relegado en la segunda.
Descabezado como está el equipo, falto de medio centro y de enganche, al Barcelona le cuesta llevar la iniciativa, atacar con malicia, rendir al rival. Pequeño como se ha quedado, necesita de recursos más comunes y banales para manejar los partidos, tales como la laboriosidad de la segunda línea o la llegada de los laterales por las bandas, especialmente por el ala izquierda, donde la entrada de Sorín obligó a Óscar López a defender desde la derecha mientras el ataque correspondía a Rochemback.
BARCELONA 2 - MÁLAGA 1
Barcelona: Víctor Valdés; Oscar López, Puyol, Frank de Boer, Sorín (Riquelme,m.46); Rochemback (Overmars, m.61), Mendieta, Cocu, Luis Enrique; Saviola (Gerard, m.75) y Kluivert.
Málaga: Contreras; Josemi, Fernando Sanz, Roteta, Iznata; Manu, Romero (Leko, m.30), Miguel Angel, Musampa (Sandro, m.70); Dely Valdés y Darío Silva (Canabal, m. 70).
Goles: 1-0. M.23. Saviola cabecea un centro de Mendieta desde la derecha.
1-1. M.55. Dely Valdés transforma, raso y engañando a Víctor Valdés, un penalti de Mendieta sobre Darío Silva.
2-1. M.77. Mendieta, de penalti, marca junto al palo, tras unas manos en el área de F.Sanz.
Árbitro: Mejuto González. Amonestó a Iznata, Josemi, Miguel Angel, Gerard y Roteta.
Camp Nou. Unos 50.000 espectadores.
Antic ha preferido prescindir de Riquelme y confiar en Mendieta como jugador franquicia, y el centrocampista vasco estuvo ayer muy diligente, tanto en la orientación del juego como en la profundidad que le dio al margen derecho, sobre todo en el primer acto del encuentro. Un precioso centro suyo habilitó a Saviola, que no perdonó ante Contreras. Pocos futbolistas saben revolotear en el área como el pibito, un delantero que ha cobrado una especial importancia en un equipo que ha perdido grandeza.
El gol aumentó el protagonismo de Mendieta, encantado con el ritmo pausado del partido, tan cómodo recuperando como desplegándose, siempre presente en las jugadas de cierto mérito. Al Barcelona le alcanzó con el intervencionismo del centrocampista vasco y la movilidad de Saviola para retener al Málaga en su propio campo. Nada más saltar al campo, el equipo de Peiró perdió la fiereza que le daba una alineación presidida por dos arietes muy físicos y dos volantes que rematan con saña. Manu tiró un centro a las primeras de cambio y ni Darío Silva, Dely Valdés y Musampa acudieron al remate.
Para suerte de los centrales azulgrana, preparados para combatir la pareja de arietes contrarios, el Málaga no se presentó al partido hasta entrado el segundo acto, partido por la mitad como quedó en el primero por la omnipresencia de Mendieta y Cocu. El equipo de Peiró se recompuso en el descanso en la misma medida que el Barcelona se desfiguró. Presumiblemente lesionado o cansado, Sorín se quedó en el vestuario, salió Riquelme y Mendieta pasó sorprendentemente a jugar de lateral derecho mientras Óscar López corría hacia la izquierda.
Desplazado Mendieta, el Barcelona perdió presencia en el campo y el Málaga se fue a por el partido. Fracasaron los andaluces en su primer intento porque se toparon con Víctor Valdés, un porterazo como quedó demostrado en un mano a mano con Musampa. A la segunda tentativa, sin embargo, encontraron el empate: Frank de Boer defendió mal a Dely Valdés y Mendieta rebanó a Darío Silva en una acción que el árbitro sancionó con penalti. La jugada expresó lo mal puesto que se había quedado el Barcelona con los cambios y lo contento que se quedó el Málaga, que recuperó la intimidación que se le suponía.
Desaparecido Riquelme, desubicado Mendieta y retirado Sorín, Antic recurrió a Overmars, para cambiarle la cara al partido. Acomodándose estaba el holandés cuando Kluivert controló la pelota y a su encuentro fue Fernando Sanz, cuyo brazo izquierdo contactó con el balón. El colegiado aplicó la misma ley que en el área azulgrana y pitó penalti, transformado por Mendieta, como demandaba el guión del partido. No falló el vasco, pese a la intuición y estirada de Contreras, que no cazó el cuero por un palmo.
El gol, sin embargo, no serenó al Barcelona, que continuó tan descolocado que Antic se ganó la rechifla de la hinchada cuando retiró a Saviola para dar entrada a Gerard. No mejoró el juego del equipo, pero ante el acoso del Málaga aguantó al menos la ventaja adquirida y obligó a contar con sus aspiraciones europeas, aunque sean menores, hasta las dos últimas jornadas. Un escenario a tono con el porte que ha tenido durante toda la temporada.
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