Desconfianza persistente

La situación apenas ha variado en los mercados de valores, donde los inversores debaten sobre las posibilidades de los índices para superar el nivel de resistencia. Un empujón mínimo bastaría para situar al Ibex 35 por encima de los 6.500 puntos, pero todo el mundo se pregunta por cuánto tiempo aguantaría en esa zona si la economía, en general, sigue sin ofrecer datos para ponerle fecha a la recuperación. La escasa presión del dinero rebajó la contratación en el Mercado Continuo hasta los 1.212,53 millones de euros.

Ayer llegaban otros dos buenos datos desde Estados Unidos que, no obstante, fueron inmediatamente matizados por el mercado. La revisión del PIB del primer trimestre elevó el dato tres décimas, hasta el 1,9%, al tiempo que el número de peticiones semanales de subsidio de desempleo bajaba por cuarta semana consecutiva. Se pierden menos empleos, pero el total de solicitudes continúa por encima de la barrera de las 400.000 semanales, punto que se considera como indicador de una economía débil. Los analistas explican que es necesario crecer a un ritmo del 3% para generar empleo y, por el momento, se está muy lejos de alcanzar ese nivel.

El Ibex 35 consiguió remontar posiciones desde primeras horas de la mañana, pero al superar los 6.500 puntos llegaron las realizaciones de beneficios, con lo que al cierre ganaba solamente el 0,16% para quedar en 6.483 puntos.

París y Francfort también buscaron el acercamiento a su nivel de referencia, los 3.000 puntos en ambos casos, pero también en esas dos plazas se impusieron las retiradas de beneficios y al cierre París subía el 0,66% y quedaba en 2.969,18, mientras que Francfort perdía el 0,61% poco antes del cierre arrastrado por Wall Street y se encontraba a punto de perder los 2.900 puntos.

En Wall Street apenas tuvo ningún efecto la revisión al alza del PIB, por cuanto todavía se encuentra en un nivel que indica que la economía no termina de arrancar. El Dow Jones bajaba el 0,65% a media sesión.