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EL ANÁLISIS ELECTORAL

Frialdad en la FSM ante el recuento del voto por correo

"Vamos a papeleta por minuto. Hay 25 mesas electorales, así que son 25 votos por minuto y 1.500 cada hora". La frialdad con la que el secretario de Organización del PSOE en Madrid, Antonio Romero, explicaba por la mañana sus cálculos reflejaba que los socialistas no estaban nada preocupados.

A esas horas ya estaba todo el pescado vendido. El escrutinio de los casi 22.000 votos enviados por los residentes ausentes en la región no podían cambiar el resultado de las elecciones: la popular Esperanza Aguirre no conseguía los 30.000 votos que necesitaba para lograr la mayoría absoluta y los socialistas podrían gobernar con un pacto con IU.

La jornada transcurrió con la más absoluta de las normalidades en el cuartel general de los socialistas. De vez en cuando una llamada telefónica traía preguntas sobre el recuento: "Nada todavía, no sabemos nada. Se dice que no empezará hasta las ocho de la tarde", contestaban las telefonistas.

"Ellos son más"

Desde la antigua sede del Instituto Nacional de Estadística, en la calle de Silva, llegan noticias de que los interventores del PP son mayoría y que miran con lupa cada uno de los sobres que encierran los votos.

Antonio Romero moviliza a los concejales y diputados socialistas para que vayan a la calle y estén atentos a cada uno de los movimientos de los populares. Sus secretarias no paran de llamar a la búsqueda de políticos que sustituyan por la tarde a los interventores de la mañana: "Hola, ¿puedes estar en Silva a las cuatro para controlar el tema?,... ¿y a las cinco?... Bien te apunto para esa hora".

Unos jóvenes interrumpen la tarea de las telefonistas para preguntar dónde pueden hacerse militantes del PSOE. "Para darle un empujoncito en las próximas elecciones", comentan, un poco desilusionados por los resultados del 25-M.

Los teléfonos siguen sonando. La mayoría de las llamadas son para solicitar una entrevista con el previsible nuevo presidente, Rafael Simancas. Un almuerzo, una reunión,... El socialista no va a dar abasto. Pero pocas noticias de la segunda parte de las elecciones que se vivía en la calle de Silva.

Mientras, en su despacho de la FSM, Rafael Simancas comienza sus tareas como presidente. Ya sabe que no puede ocurrir ninguna desgracia para él. Rodeado de papeles, programas y gráficos de los resultados electorales, el socialista charla con los representantes de los rectores, los sindicatos, los empresarios y todos los sectores con los que tendrá que lidiar a partir de ahora.

De vez en cuando levanta la vista y recuerda mentalmente su último año como candidato: "Ha sido un largo camino para llegar hasta aquí".

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