Coalición Canaria busca el pacto para gobernar

Coalición Canaria (CC) se confirmó el pasado domingo como la fuerza más votada en el archipiélago, con 283.711 papeletas, el 30,75%, seguida del PSC-PSOE con 254.451 votos (el 27,58%) y del PP con 228.570 (el 24,77%). Coalición Canaria obtuvo 458 concejales de 1.331 (26 más que hace cuatro años), 430 los socialistas (trece menos), y el PP 256 (17 más que en 1999). Los nacionalistas obtuvieron mayoría de votos en tres de las siete islas (Tenerife, La Palma y El Hierro). Dos que se decantaron por el PP (Gran Canaria y Fuerteventura), una por el PSC (La Gomera) y otra, Lanzarote, por el Partido de Independientes de Lanzarote (PIL), de Dimas Martín.

La distribución en el Parlamento deja a CC con 22 escaños (dos menos que hace cuatro años), al PSC con 18 (uno menos), al PP con 17 (dos más que en 1999). La Cámara vivirá la entrada del PIL, con tres diputados.

Alianza difícil

El candidato de los nacionalistas a presidente del Gobierno, Adán Martín, adelantó su intención de "buscar una fórmula que dé a Canarias el mejor Gobierno y transmita estabilidad y sosiego a las instituciones". No ha explicado la difícil papeleta que le espera para conformar ese Gobierno. Primero tendrá que decidir si su estabilidad parlamentaria se la dará el PIL para conformar un gabinete nacionalista y gobernar en minoría (25 escaños de 60) hasta comprobar de qué signo será el próximo gobierno nacional dentro de diez meses.

Martín también podría optar por pactar con el PP (lo que garantizaría el apoyo de 39 diputados), bien con la entrada de populares en varias consejerías o con apoyos externos, como lo hizo en la segunda mitad de la pasada legislatura. En segundo lugar, deberá despejar si Román Rodríguez, aún presidente en funciones, merece electoralmente el puesto de vicepresidente y titular de Economía, Hacienda y Comercio al que se postulaba, después del varapalo sufrido por los nacionalistas en Gran Canaria y Lanzarote, donde han sido literalmente arrasados por el PP (193.426 votos populares por 87.583 nacionalistas) y el PIL, respectivamente. "Hemos de analizar con sosiego lo ocurrido", reconoció Rodríguez la misma noche electoral. "La mayoría de los ciudadanos identifica al PP como la fuerza que mejor representa sus intereses en la política canaria".

Entre las fuerzas que se han quedado sin representación parlamentaria, destacan Los Verdes, que han obtenido en todas las islas 19.250 votos, mientras Izquierda Unida pasa de los más de 20.000 de 1999 a 8.830.

En estas elecciones, la abstención se situó en el 33,56% (464.874 personas), seis puntos por debajo que hace cuatro años. En Garafía (norte de la isla de La Palma) la abstención ganó a los votantes (1.276 frente a los 1.174 que ejercieron su derecho). En El Hierro fue necesaria la intervención de la juez de Valverde por acusaciones de voto por correo manipulado efectuadas contra los nacionalistas, lo que retrasó el recuento de votos.

Entre las primeras reflexiones postelectorales destacan las del ex ministro socialista y expresidente del Gobierno de Canarias, Jerónimo Saavedra, quien alabó cómo había sido respaldada por la sociedad la apertura del PSC a que candidatos independientes lideraran listas en plazas importantes como las del Ayuntamiento de Las Palmas y el Cabildo Insular de Gran Canaria.

Saavedra valoró la bipolarización CC-PP del archipiélago de la siguiente manera: "Las islas son, en general, territorios conservadores, como se acaba de demostrar aquí y en Baleares", por lo que abogó por "trabajar con criterios nuevos, donde los datos no nos han respaldado".

Muchas miradas se dirigían ayer al secretario general de los socialistas en Tenerife, Santiago Pérez, cuya lista no cumplió la expectativa de derrotar el tándem CC-PP en la ciudad de La Laguna, ni ha podido evitar la pérdida de ayuntamientos tradicionalmente progresistas en el norte de la isla, como Puerto de la Cruz, Los Realejos y La Guancha.