Castilla y León se mantiene como feudo del PP

Aunque casi todos se esfuercen en transmitir la idea de que nada ha cambiado en esta comunidad autónoma con las elecciones del domingo, determinados detalles van a obligar a los principales partidos a introducir en sus reflexiones algunas de las variantes que se han producido. Desde un punto de vista puramente formal, nada o casi nada ha cambiado desde 1999, ya que el Partido Popular gobernará Castilla y León con mayoría absoluta durante los próximos cuatro años, y la oposición mayoritaria, y casi única, estará en manos de los socialistas. Los resultados finales no pueden ser más elocuentes: el PP obtiene 48 diputados, los mismos que alcanzó en las elecciones de hace cuatro años, mientras que el PSOE ha pasado de 30 a 31 escaños. La Unión del Pueblo Leonés mantiene sus 3 escaños, mientras que Izquierda Unida y Tierra Comunera desaparecen del mapa electoral.

Pero también es cierto que, de alguna manera, parece haberse invertido la tendencia de voto, ya que mientras los populares han perdido dos puntos, el PSOE ha ganado casi cuatro en este tiempo. Y todo ello bajo la dirección de los nuevos líderes de ambos partidos: en el PP, Juan Vicente Herrera, que sustituyó a Juan José Lucas, y en el PSOE, Ángel Villalba, que tomó el relevo de Jaime González. Mientras el primero de ellos mostraba su orgullo y satisfacción por haber conducido a su partido al resultado actual, el segundo iniciaba el camino de la autocrítica.

Analizados por provincias, en los resultados autonómicos se observa que el PP ha perdido porcentaje de votos en todas las circunscripciones menos en una, justamente lo contrario de lo que ha sucedido con los socialistas.

En conjunto, el PP ha perdido entre 3 y 4 puntos en cada una de las provincias, que son los que ha ganado el PSOE en la mismas. Sin embargo, hay dos excepciones; Burgos, donde el PP ha subido 5 puntos; y León, donde los socialistas han ganado la misma cantidad. El hecho de que la capital burgalesa haya estado gobernada en los últimos cuatro por una coalición entre Tierra Comunera (un partido regionalista menor, que no ha revalidado el escaño que obtuvo en el 99) y el PSOE; y que León sea la cuna del secretario general de los socialistas, José Luis Rodríguez Zapatero, pueden ser las claves de estos cambios. Izquierda Unida, que ha perdido el único escaño, se desploma.Castilla y León es la única comunidad que ha bajado en número de habitantes y de electores. Los escaños en liza se han reducido de 83 a 82.