El trasvase aúpa al PSOE en Aragón y ahoga a los populares
Los socialistas tendrán que negociar con la Chunta y con el Par para sellar su victoria
El trasvase del Ebro abrió la campaña electoral de Aragón muchos meses antes de que se convocasen las elecciones. Sólo el PP apoyaba el Plan Hidrológico Nacional (PHN) y aunque ni una sola gota haya cambiado de cauce todavía, el agua parece haber aupado de forma ostensible al PSOE
y ahogado al PP. Al resto de los partidos -Chunta Aragonesista (CHA), Partido Aragonés (Par) e IU- la corriente los ha arrastrado de muy distinta forma.
Fuentes del Partido Socialista de Aragón aceptan sin reservas que el trasvase sirvió -lo que no es poco- para popularizar la figura de Marcelino Iglesias, que ha gobernado la comunidad desde 1999 con apoyos del Par, y que arrancó su carrera en el Gobierno regional siendo un desconocido para más de la mitad de la población aragonesa, mientras que en este momento más del 90% sabe quién está al frente del Ejecutivo autonómico: un dato fundamental para poder hablar de liderazgo.
Trasvase y liderazgo explican que en 1999 el PSOE lograse en Aragón 201.117 votos (30,81%) y haya saltado hasta 268.827 (37,91%), lo que lo convierte en el partido que más mejora sus resultados en términos absolutos y porcentuales. La Chunta ha ganado 25.380 sufragios pero eso representa un 2,71% en las ganancias frente al 7,10 % que se anota el PSOE.
En la otra orilla hay pocas dudas de que el agua ha causado efectos devastadores en el PP aragonés: ha perdido 31.409 votos, respecto al 99, el 7,46%, lo que le impide cualquier posibilidad de alcanzar el Gobierno regional. "Los votos nos han colocado en la oposición", declaró en la madrugada de ayer el candidato a la autonomía, Gustavo Alcalde. "El plan hidrológico ha jugado en contra nuestra", admitió abiertamente.
El Par se ha sometido a una renovación encabezada por José Ángel Biel que no ha dado buenos resultados, ya que la defensa de lo aragonés y del agua del Ebro no se ha traducido en votos: ha perdido 7.135 y dos diputados, informa Concha Monserrat. IU actuó del mismo modo frente al trasvase, pero parece claro que no sólo de agua viven los partidos en Aragón, porque ha superado por los pelos, con 21.521 votos (3,04%), el umbral que exige la ley para ser tenido en cuenta. Con ello mantiene el diputado que ya logró en 1999.
Por primera vez desde los tiempos preautonómicos, un presidente logrará repetir mandato. La comunidad autónoma políticamente más convulsa de las 17 que integran el mapa español logra, por fin, iniciar el camino de la estabilidad aunque, según otra característica histórica de Aragón, lo hará con una mayoría minoritaria que necesita apoyos para tener un gobierno estable.
Iglesias ha hecho pública su satisfacción por la actitud del Par en los últimos cuatro años de Gobierno, y con los resultados del domingo la derecha regionalista volvería a sostenerlo con holgura. El problema se complica porque la CHA, regionalista de izquierdas, ha experimentado un auge muy notable en casi todos los ámbitos. Tendrán nueve parlamentarios en las Cortes aragonesas, frente a los cinco de 1999 y, sobre todo, se han convertido en imprescindibles si el socialista Juan Alberto Belloch desea llegar a la alcaldía de Zaragoza con mayoría absoluta.
La Chunta hizo saber el domingo que no está dispuesta a pactos particulares, sino que exige acuerdos globales para todas las instituciones. La lógica haría pensar que el PSOE podría pactar con la Chunta pero la realidad es mucho más complicada.
Fuentes del PSOE en Zaragoza explican que el Par es imprescindible en Teruel para mantener la capital y varias localidades importantes de la provincia pero, sobre todo, no desean que la derecha regionalista desaparezca de las instituciones porque eso podría suponer un grave deterioro para el Par, y los socialistas están convencidos de que esos votos irían a parar al PP en las próximas elecciones generales.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.