Mejora el clima empresarial en Alemania

El índice del clima empresarial en Alemania, elaborado por el Instituto Ifo de Múnich según una encuesta a 7.000 empresas, registró una sorprendente mejoría en medio del debate sobre si el país se encuentra ya en recesión y con la amenaza palpable en el ambiente de la deflación. El jefe del Ifo, Hans-Werner Sinn, declaró ayer, al dar a conocer la subida del optimismo empresarial de 86,6 puntos en abril a 87,6 en mayo, que "las oportunidades para una ligera reactivación de la coyuntura en la segunda mitad del año han mejorado". El índice parcial de las expectativas de negocio para el segundo semestre del año subió de 94,9 a 97,2 puntos.

No está claro si se trata de la famosa lucecita en el fondo del túnel y tal vez sea sólo una ligera mejoría dentro de la gravedad. No obstante, en medio de la sucesión de malas noticias de entrada en recesión, tras medio año de caída del producto interior bruto (PIB) y la rampante amenaza de recesión, con baja de precios y hundimiento de la demanda, el anuncio del Ifo cayó en Berlín como agua de mayo. El portavoz del Gobierno federal, Bela Anda, se apresuró a comentar la noticia con una frase lapidaria: "Esto demuestra que la coyuntura es mejor que lo que se describe".

El freno del euro

Los empresarios alemanes ven la situación con algo más de confianza. En esto parece haber influido el final de la guerra en Irak y las expectativas de que el comercio mejore con un incremento de la demanda. Gertnot Nerb, experto en coyuntura del Ifo, declaró que parece crecer la demanda en el interior del país y las empresas valoran de forma más positiva el contexto internacional, aunque "la cotización del euro actúa todavía de freno". El experto no ve que se concrete el peligro de deflación, la caída en una espiral de baja de precios y descenso en la demanda y confía en que el BCE baje los tipos de interés.

La situación no mejora en el Este de Alemania, donde los empresarios contemplan con más pesimismo el futuro. Las expectativas de negocios, según el Ifo, caen en el Este de 83 a 81,6 puntos. Sin duda, las perspectivas de una huelga de metalúrgicos, que ya se encuentra en periodo de votaciones en el sindicato IG Metall, contribuyen a enturbiar el clima de ligero optimismo que se insinúa en el resto de Alemania.

Como si tratasen de conjurar el riesgo de deflación, cuando se contempla con pavor que Alemania pueda entrar en una situación similar a la de Japón, las Cámaras de Industria y Comercio se han sumado al coro de los que ven la situación con menos pesimismo. El economista jefe de ese organismo, Axel Nitschke, considera que la crisis ha tocado fondo.