Los barrios de Marbella siguen confiando en el GIL pese a las condenas
Consigue su cuarta mayoría tras las sentencias del Supremo y la Audiencia Nacional
Los barrios populares de Marbella siguen votando al partido Jesús Gil, a pesar de la condena del Tribunal Supremo por la que tuvo que dimitir de su cargo de alcalde hace un año. El Grupo Independiente Liberal (GIL) está en su cota más baja desde 1991, pero sigue manteniendo 15 concejales contra 12 de la oposición. Estas elecciones se han cobrado la primera víctima: la candidata socialista, Isabel García Marcos, quien ayer anunció que no termirá el mandato como edil.
La secretaria local del PSOE, Isabel García Marcos -concejal del Ayuntamiento desde 1991- ha acusado a Gil una docena de veces de corrupción ante los tribunales. Una de estas denuncias provocó en marzo de 2002 una condena del Tribunal Supremo a 28 años de inhabilitación, por dos delitos de tráfico de influencias y cuatro de prevaricación, por el caso de las camisetas.
Por otra denuncia, la Audiencia Nacional consideró en febrero de este año a Gil culpable de los delitos de apropiación indebida y estafa y le condenó a 42 meses de cárcel y a devolver las acciones del Atlético de Madrid. Esta sentencia está recurrida ante el Supremo, pero su secuela ha llevado a Gil a anunciar que abandona el club; que lo vende.
García Marcos, ha conseguido, mediante resoluciones judiciales, acabar con la carrera de alcalde de Gil y forzarle a abandonar el Atlético de Madrid. Pero si los tribunales le han dado la razón, los electores no. El PSOE ha perdido 614 votos respecto a 1999, ha retrocedido un 3,34%, y se ha quedado con los mismos 5 concejales que tenía. Por ese motivo ayer anunció que dimitirá en breve de su cargo de concejal y abandonará el Ayuntamiento.
Democracia y corrupción
Las condenas y las constantes denuncias no parecen afectar al Grupo Independiente Liberal (GIL), que el domingo logró su cuarta mayoría absoluta en Marbella. Como símbolo de inquebrantable lealtad, el partido que lidera Jesús Gil obtuvo exactamente los mismos votos que en 1999, 21.971, y repite los 15 concejales. Y esto, pese a decenas de querellas por prevaricación, malversación de caudales públicos y delitos urbanísticos que han llevado ante los tribunales a la práctica totalidad de sus concejales y cargos públicos en los últimos 12 años.
¿Por qué los ciudadanos siguen confiando en Gil? García Marcos no encontraba explicación en la noche del domingo. Su abogado, José Carlos Aguilera, lo definía ayer de manera descarnada en Localia Marbella: "Se trataba de elegir entre democracia y corrupción y la gente ha elegido corrupción".
Pese a que el GIL ha obtenido el 47,08% de los sufragios, la gente no suele admitir abiertamente que apoya a este grupo. Y, sin embargo, el GIL arrasa en los barrios populares de Marbella, su auténtica base social. En Divina Pastora, Miraflores, Las Albarizas o Plaza de Toros; en El Ángel y La Campana, de Nueva Andalucía, y en Fuente Nueva, de San Pedro, se considera a Gil el gran benefactor de la ciudad.
"La gente no ve los fallos, sino las cosas que han hecho, y supongo que por eso han salido de nuevo. Los demás que se presentan no han hecho nada y por eso no dan confianza", dice Pilar, una vecina que se define como asidua votante de este grupo. También ha habido una estrategia del partido gobernante. Tanto Jesús Gil como Julián Muñoz han repetido durante toda la campaña que "PP y PSOE quieren paralizar Marbella" y que esto podría suponer la pérdida de puestos de trabajo. Un mensaje que ha calado entre la población. "Hay muchas familias que dependen de que [nosotros] ganemos o no", repitió en los mítines el alcalde, Julián Muñoz.
El empresario Pedro Rodríguez, presidente del Centro de Iniciativas Turísticas, apunta varias razones que explican la fuerte implantación electoral del GIL: "Jesús Gil y su gente son populistas y han sabido elegir a representantes de familias de Marbella, como los Yagüe o los Alcalá, que les han facilitado el acercamiento a la sociedad marbellí. Después, el Ayuntamiento y sus empresas emplean a cuatro o cinco mil personas, que están muy agradecidas y eso son muchos votos". Un promotor inmobiliario lo dice crudamente: "He escuchado decir que 'todos roban, pero estos además hacen cosas', a gente de Las Albarizas".
Rafael de la Fuente, director de la Escuela de Hostelería de La Cónsula, número dos de la lista del PP (que ha sacado cuatro concejales), dice que "la gente piensa que el trabajo y la prosperidad de Marbella se deben a Gil y no se dan cuenta de que toda la costa tiene un nivel de vida similar, o mejor, porque aquí faltan muchas cosas: saneamiento, puestos escolares, residencias de ancianos..." Rodríguez destaca que "los últimos doce años han sido el ciclo de crecimiento de la economía más largo del siglo XX y el desarrollo del turismo residencial se ha disparado desde la entrada de España en la UE en 1985; pues bien, aquí la gente le atribuye todos esos méritos a Gil y Gil".
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